Mercurio, un problema que necesita tratarse

02/05/2013 0

Tratado internacional en Ginebra, sobre el mercurio

Más de 140 países han hecho un exhaustivo análisis  de pruebas científicas y de una serie de negociaciones intergubernamentales de alto nivel. Estas negociaciones concluyeron en Ginebra, a mediados de enero.

Es un convenio internacional  que busca reducir los efectos nocivos que tiene en mercurio en nuestros organismos, y  la OMS ve con muy buenos ojos este acuerdo.

El mercurio es un químico altamente nocivo para la salud del ser humano, es bioacumulable y puede recorrer  largas distancias a través de la atmósfera, también permanece en el medioambiente por largo tiempo, su capacidad para acumularse en los ecosistemas, en particular el pescado, y sus importantes efectos negativos sobre la salud humana y el medio ambiente, por esto el vertido del mercurio en los mares, suelos y en la atmósfera es preocupante.

El mercurio puede producir diversos efectos nocivos sobre la salud humana, como daños permanentes en el sistema nervioso, en particular el sistema nervioso en desarrollo. Debido a estos efectos —así como al hecho de que el mercurio puede pasar de la madre al feto—, se considera que los lactantes, los niños y las mujeres en edad de procrear son poblaciones vulnerables.

El tratado establece una serie de medidas de protección, como el control de las emisiones de mercurio de las plantas eléctricas alimentadas con carbón y de la industria, así como del uso del mercurio en las minas de oro artesanales o a pequeña escala, que son las principales fuentes de mercurio en el medio ambiente. El tratado también incluye un artículo dedicado a la salud. En concreto, el tratado establece la eliminación progresiva de aquí a 2013 de la utilización de mercurio en los termómetros e instrumentos de medición de la tensión arterial empleados en la atención sanitaria. Esto brinda un apoyo adicional al programa de la OMS destinado a ayudar a los países a sustituir estos aparatos por otros que no contengan mercurio.

La OMS también apoya la “eliminación progresiva” de la utilización de amalgama dental (un compuesto de mercurio y aleaciones a base de plata) prevista en el tratado. Esta medida contribuirá a reducir el uso de mercurio y el riesgo de vertido al medio ambiente.

Una importante excepción que recibió un fuerte apoyo en las negociaciones fue el uso del tiomersal (etilmercurio) como conservante en vacunas humanas y animales. La OMS, a través de su Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas, ha examinado detenidamente durante más de 10 años los datos científicos relativos al uso del tiomersal como conservante en vacunas. Dicho Comité ha llegado repetidamente a la conclusión de que no existen pruebas que evidencien que la cantidad de tiomersal utilizada en las vacunas represente un riesgo para la salud.

Por lo pronto este acuerdo que incluye a 140 países de todo el mundo busca minimizar el impacto que generan distintas prácticas humanas en el ambiente, esperemos que la empresas encuentren el camino para seguir creciendo pero no a costa del medioambiente.

¿Por qué el ambiente siempre paga el costo extra?

Redacción Alejandra Gonçalves Mendes

Fuente: OMS

Alejandra Gonçalves Mendes
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