7 medidas para la descarbonización del sector de la salud
Es cada vez más evidente que
la crisis climática es también una crisis sanitaria y que, si bien todos los
sectores tienen un rol que desempeñar en la protección de los sistemas
naturales del planeta, el imperativo del sector de la salud es particularmente
significativo. Es simplemente imposible que, en un mundo con un incremento de
la temperatura global superior a 1,5 °C, todos gocemos de buena salud.
La pandemia de COVID-19 ha demostrado que los retos de índole técnica y operacional dentro del sector salud pueden resolverse a un ritmo acelerado cuando reciben atención suficiente, recursos adecuados y apoyo político sistemático. Un esfuerzo similar, bien encausado, es lo que se requiere para hacer frente a los impactos del cambio climático sobre la salud. Dicho esfuerzo debería estar dirigido a garantizar la resiliencia de los sistemas y proteger a aquellos grupos que, con toda probabilidad, se verán más afectados.
UN FUTURO RESILIENTE, SOSTENIBLE Y SALUDABLE
Salud Sin Daño, una ONG que
trabaja para transformar el sector del cuidado de la salud en todo el mundo
para que reduzca su huella ambiental, y la consultora ARUP elaboraron una Hoja
de ruta global para la descarbonización del sector de la salud, un informe centrado
en acciones que posibilitan la transformación de las sociedades hacia un futuro
resiliente, sostenible y saludable, y específica cómo quienes lideran al sector
pueden contribuir de la mejor manera.
La hoja de ruta reconoce que los sistemas de salud enfrentan desafíos muy diversos en el camino hacia la cobertura sanitaria universal, y que la búsqueda equitativa de distintas vías de descarbonización resulta esencial. Esto incluye equipar a todos los sistemas sanitarios para que puedan afrontar las perturbaciones y las crisis que sobrevendrán con el cambio climático.
SIETE ACCIONES DE ALTO IMPACTO PARA DESCARBONIZAR EL SECTOR DE SALUD
Según Salud Sin Daño y ARUP, alcanzar
cero emisiones requerirá una serie de acciones transversales de alto impacto
que abarcan tres vías de acción: descarbonizar los establecimientos de salud,
sus operaciones y los servicios que prestan, descarbonizar la cadena de suministro
del sector sanitario, y acelerar la descarbonización en el resto de la economía
y en la sociedad.
La implementación de estas
acciones generará una importante reducción de las emisiones de gases de efecto
invernadero del sector salud. Las siete acciones son las siguientes:
- Abastecer al sector salud con energía eléctrica limpia y renovable en un 100 %. Asegurarse de que el sector salud se abastezca de energía eléctrica con cero emisiones en las tres vías de acción.
- Invertir en infraestructura y edificios con cero emisiones. Asegurarse de que cada edificio del sector y cada fábrica de productos sanitarios, así como la correspondiente infraestructura, promuevan la eficiencia energética, la transición hacia cero emisiones y la resiliencia frente al cambio climático.
- Iniciar una transición
hacia medios de transporte y traslado sostenibles con cero emisiones. Iniciar
una transición hacia el uso de vehículos de flota e infraestructura con
emisiones bajas o nulas en un 100 %, y fomentar el traslado activo y el uso de transporte
público para pacientes y empleados donde sea factible.
- Proporcionar alimentos
saludables cultivados en forma sostenible. Proporcionar alimentos saludables
frescos y de estación producidos en forma local y sostenible, sin generar
desechos de alimentos.
- Incentivar la fabricación
de productos farmacéuticos con bajas emisiones de carbono. Reducir el consumo
innecesario de productos farmacéuticos, sustituir los productos que generan
altas emisiones por alternativas más respetuosas del clima, e incentivar la
producción de medicamentos sostenibles, con un enfoque climático inteligente y
a precios asequibles.
- Implementar atención
circular en salud y gestión sostenible de residuos sanitarios. Implementar principios
de economía circular para adquirir suministros, instalar tecnologías limpias,
reducir el volumen y la toxicidad de los desechos sanitarios y gestionar los
residuos de manera sostenible.
- Establecer sistemas de salud más eficientes. Reducir las emisiones incrementando la efectividad de los sistemas, lo que incluye eliminar prácticas innecesarias e ineficientes, vincular la reducción de las emisiones con la calidad de la atención, y reforzar la resiliencia.