Curiosidades de los océanos
La crisis climática, la acidificación, los microplásticos entre otros factores, son los que más afectan a nuestros océanos, están amenazando su salud a un ritmo sin precedentes.Tomar conciencia sobre lo crucial que resultan para nuestra supervivencia como especie, pensemos que cubren cerca del 70% del planeta.
Estos fascinantes ecosistemas, aún hoy esconden indómitos secretos, se cree que más de un tercio de las especies que pueblan el océano todavía no han sido descubiertas… Así también cómo sucede con las selvas, por ejemplo la Selva paranaense que según guardaparques de la zona todavia a diario, ven especies singulares y únicas, nunca antes vista.
Planeta Azul
La tierra se denomina el ¨planeta azul¨claramente vemos el ¿por qué? si la miramos desde el espacio, basta con ver alguna foto y podemos advertir que es mayoritariamente azul.
Tengamos en cuenta que alrededor del 71% de la superficie de la Tierra está cubierta por este elemento y los océanos albergan alrededor del 96,5% de todo ese volumen. El agua puede encontrarse también en el aire, en forma de vapor, así como el ríos, lagos, casquetes polares y glaciares, en acuíferos, en la humedad que se condensa en el suelo… y en el interior de nuestro propio organismo. Paradogicamete nosotros también tenemos entre un 60 y 70% de agua en nuestro cuerpo y lo nutrimos de este agua que hay en nuestro planeta, pensaste ¿Qué pasaría si contaminamos los océanos ?.Segui leyendo...
Muy interesante es poder comprender que el agua no es estática, tiene la particularidad de estar en continuo movimiento. Se transforma de un estado a otro gracias al conocido como ‘ciclo del agua’, sin el cual no existiríamos.
En el mundo somos más de 7.000 millones de personas. Si hacemos la división, daría un máximo de 14.285 millones de metros cúbicos por habitante a lo largo de toda su vida.
Te dejo un informe con más datos de este tema...
Millones de plásticos acaban en el MAR
Se estima que cada año acaban en el océano unos 13 millones de toneladas de residuos plásticos, lo que convierten a este desecho en el residuo más común de los océanos. Se calcula también que entre un 15 y un 30% de todo ese plástico son fragmentos de menos de cinco milímetros, lo que comúnmente se denomina ‘microplástico’.
¿Cuántas especies habitan en los océanos?
Dado el enorme tamaño que ocupan los océanos en el mundo, es imposible saberlo, ni siquiera de forma aproximada. Lo que sí que se puede asegurar es que el número de especie está en retroceso. La merma de la salud de muchos ecosistemas, junto con el aumento de las tasas de extinción, afecta a prácticamente a toda la fauna marina. Investigadores de todo el mundo continúan estudiando la vida marina y los hábitats para ayudar a desarrollar nuevas estrategias para preservar los ecosistemas oceánicos vitales.
Entendamos que ellos generan gran parte del oxigeno que nosotros respiramos dos de cada tres respiraciones son gracias a los océanos.
Se cree que más de un tercio de todas las especies marinas están todavía por descubrir Algo lógico, si tenemos en cuenta el 95 % del volumen del océano está todavía sin explorar. Entre estas iniciativas destaca el Censo de Vida Marina, un proyecto internacional de más de una década duración en el que participaron más de 2.700 científicos de 80 nacionalidades distintas. Se calcula que existen cerca de 226.000 especies eucariotas documentadas. La base de datos recogida en el Sistema de Información de Biodiversidad del Océano (OBIS por sus siglas en inglés), recoge actualmente más de 130.000.
¿Qué porcentaje del océano son zonas marinas protegidas?
Las áreas marinas protegidas, o AMP, son esenciales para la salud ambiental: aseguran que los pescadores tengan reservas viables al evitar el agotamiento de los recursos; protegen especies en peligro de extinción; hacen que los ecosistemas sean más resistentes al cambio climático y mantienen la biodiversidad. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer si queremos proteger los océanos.
Es difícil obtener un dato exacto sobre el porcentaje de nuestros océanos que goza de algún tipo de protección. En una conferencia de las Naciones Unidas celebrada hace un par de años se concluía que para 2020 un 10% de todos los océanos del planeta estarían protegidos.Cuestión que no se da en la práctica. Una cosa es decir que es zona protegida y otra es proteger realmente de la desidia y codicia humana.
Sin embargo, algunos estudios cifraban esta proporción en menos del 3,6%. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UIC) establece pautas internacionales para el establecimiento de Áreas Marinas Protegidas (AMP), de cuyo registro se encarga la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN, que elabora una base de datos mundial.
¿Cómo afecta el cambio climático a los arrecifes de coral?
Cuando se habla de los océanos, una de las primeras imágenes que se nos viene a la mente es la majestuosidad de los arrecifes de coral, grandes colonias de corales que alfombran grandes superficies oceánicas y que albergan una extraordinaria biodiversidad. El cambio climático es la mayor amenaza para los ecosistemas arrecifales pues, a medida que aumentan las temperaturas, también lo hacen los episodios masivos de “blanqueamiento de coral”, provocados por la expulsión de de las algas ‘zooxantelas’, con las que el coral establece una relación simbiótica. Además, el aumento de las temperaturas también acelera el proceso de descalcificación de los corales, provocado por la debido a la alteración del PH del agua, un efecto conocido con el nombre de ‘acidificación’ de los océanos.
Pero eso no es todo. El aumento del nivel del mar provocado por el cambio climático, además de los cambios en la frecuencia e intensidad de las tormentas y fenómenos meteorológicos extremos también están diezmando seriamente la salud de los arrecifes. La combinación de todos estos factores resulta letal para estos enormes ecosistemas marinos.
¿Cuánto agua esta congelada?
Groenlandia alberga el segundo depósito de agua dulce más grande de la Tierra, después de la Antártida. Actualmente, el 60% de las contribuciones al aumentando del nivel del mar provienen del derretimiento de su capa superficial que se abre camino a través de corrientes que llegan hasta el océano
Evidentemente, tal y como hemos comentado en el punto anterior, no toda el agua del planeta está en estado líquido. Una parte nada desdeñable está congelada en los casquetes polares, glaciares y nieve permanente. Esta supone, según los datos de USGS, unos 24.064.000 kilómetros cúbicos. A este volumen habría que sumarle unos 300.000 kilómetros cúbicos de hielo permanente (permafrost) que se encuentra bajo tierra en las zonas extremadamente frías del planeta, lo que daría un total de 24.364.000 kilómetros cúbicos de agua congelada en el planeta.
¿Qué es el ciclo del carbono y qué papel juegan los océanos?
El carbono es la base de toda la vida en la Tierra. Es un elemento imprescindible para formar moléculas complejas como proteínas y ADN, y también también se encuentra en la atmósfera en forma de CO2. Sus funciones son múltiples: por una parte, ayuda a regular la temperatura del planeta. Además, está presente en todas las formas de vida y proporciona una fuente importante de energía para alimentar nuestra economía global.
El ciclo del carbono describe el proceso según el cual los átomos de carbono viajan continuamente desde la atmósfera a la Tierra para luego regresar a la atmósfera. Como se trata básicamente de un circuito cerrado, la cantidad de carbono en este sistema no cambia, pero el lugar que este ocupa (el subsuelo, la vegetación, los océanos o la atmósfera) sí que lo hace. En la Tierra, la mayor parte del carbono se almacena en rocas y sedimentos, mientras que el resto se encuentra en el océano, la atmósfera y los organismos vivos. A estos receptores se les llama “sumideros” de carbono.
Pero cuando un organismo muere, un volcán entra en erupción, arde un bosque o se queman grandes cantidades de combustibles fósiles, todo ese carbono previamente capturado regresa a la atmósfera, provocando un exceso de CO2 que agrava el calentamiento global.
En el caso del océano, el carbono se intercambia continuamente entre las aguas superficiales y la atmósfera, o se almacena durante largos períodos de tiempo en las profundidades.
Los humanos juegan un papel importante en el ciclo del carbono a través de actividades como la quema de combustibles fósiles o el desarrollo de la tierra. Como resultado, la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera está aumentando rápidamente; ya es considerablemente mayor que en cualquier otro momento en los últimos 800.000 años.
¿Por qué existen las mareas?
El agua del planeta está en continuo movimiento, y el ciclo de las mareas es una de las principales pruebas fehacientes de ello. Llamamos marea a los cambios periódicos en el nivel del mar provocados por la acción gravitatoria de la Luna y el Sol sobre nuestro planeta.
Cuando la Luna se encuentra en el punto más cercano a la Tierra, esta ejerce una mayor fuerza de atracción, en aquellos puntos que se encuentran más cerca del centro centro de gravedad del satélite, y… lo que es curioso, también de aquellas que se encuentran más lejos … ¿cómo se explica? Debido a que menor atracción gravitatoria del satélite se traduce también, de alguna manera, en una menor atracción gravitatoria general sobre el agua.
Cuando la atracción gravitatoria de la Luna y del Sol coinciden, se producen las denominadas ‘mareas vivas’, es lo que sucede, por ejemplo a luna nueva o en la luna llena. En estos casos, la posición del Sol, la Luna y la Tierra están alineadas, multiplicando la atracción gravitatoria sobre el agua de los océanos. Si, además, el Sol y la Luna se encuentran sobre alineados con el ecuador terrestre, las mareas serán todavía más visibles.
¿Cómo se forman las olas?
El mar nunca está quieto, por lo que la transferencia de energía cinética a través del agua acaba formando olas.
Eso no significa que el agua viaje con las olas. Podría decirse que las olas solo ‘transportan energía’, provocando unos movimientos circulares a través del océano que, si no encuentran nada que los obstruya, pueden acabar viajando por toda la cuenca oceánica.
Generalmente las olas se forman a causa de la fricción del viento con las aguas superficiales del océano, aunque también puede ser agravada por perturbaciones submarinas como consecuencia de terremotos, grandes deslizamientos de tierra o erupciones volcánicas. Estas enormes olas son las llamadas ‘tsunamis’.
Del mismo modo que las mareas, las olas también se forman como consecuencia de la acción gravitatoria del Sol y la Luna. Cuando esa fuerza gravitatoria actúa con fuerza sobre las masas de agua, acaba provocando las denominadas ‘olas de marea’, que nada tienen que ver con los tsunamis, cuya causa nada tiene que ver con las mareas.