Cómo ayudar a tus perros y gatos a prevenir golpes de calor extremo
Argentina atravesará una ola de calor extremo esta semana con temperaturas mínimas de entre 25° y 30° C, y máximas de entre 35° y 42° C por lo que urge tomar medidas preventivas en tu hogar o lugar de trabajo. El golpe de calor o hipertermia es una subida excesiva de la temperatura corporal que puede llegar a provocar daños en el organismo. En los casos más graves estos pueden ser irreversibles e incluso mortales.
Sin embargo, las altas temperaturas afectan a los animales tanto o más que a los seres humanos, algo especialmente relevante en el caso de los perros, ya que al no poseer glándulas sudoríparas solo pueden regular su temperatura mediante los jadeos, y eliminar el sudor a través de las almohadillas de sus patas, proceso que de por sí es lento.
Un golpe de calor en tu perro puede aumentar su temperatura corporal a más de 42° C, teniendo en cuenta que el nivel medio óptimo en perros es de 38° a 39° C. En los felinos la temperatura habitual oscila entre los 38 y los 39,5° C. El golpe de calor puede llegar a provocar un fallo multiorgánico, una hemorragia intestinal, insuficiencia renal o hepática, daño cerebral e incluso la muerte.
Y como suele ocurrir con los seres humanos, la dificultad para regular la temperatura se vuelve más difícil con la edad más avanzada o características físicas particulares. Los gatitos y cachorros son los más vulnerables, así como los animales obesos o ancianos con alguna enfermedad diagnosticada.
¿CÓMO IDENTIFICAR SI NUESTROS ANIMALES DE COMPAÑÍA ESTÁN SUFRIENDO UN GOLPE DE CALOR?
Podés identificar un golpe de calor con los siguientes síntomas:
- Disminución de la actividad física y negación para moverse.
- Apatía.
- Deshidratación.
- Jadeos excesivo con presencia de baba y una respiración rápida y nerviosa.
- Ritmo cardíaco acelerado (se puede percibir tocando alrededor de sus costillas).
- Cambio de color en la mucosa y encías de los perros tornándose azuladas debido a la falta de oxigenación en sangre. En los gatos será la lengua la que adquirirá un color azulado.
- Temblores, espasmos, debilidad muscular y falta de equilibrio por la disminución de azúcar y sales en el cuerpo.
- En casos más extremos pueden sufrir vómitos, diarrea, desmayos y convulsiones.
Ante una emergencia acudir al veterinario más cercano.
¿CÓMO PREVENIR LOS GOLPES DE CALOR EN PERROS Y GATOS?
Es recomendable:
- Evitar paseos en los horarios del mediodía (puede sofocarse y hasta quemarse las patas en el asfalto). En los horarios de más calor, se recomienda que descansen en el interior del hogar o a la sombra.
- No los dejes en el auto ni enjaulados ni en ningún lugar sofocante. Con las altas temperaturas y la humedad, estos ambientes deshidratan a nuestro animal con más facilidad. Dales un ambiente agradable y fresco.
- Mantener agua fresca disponible por toda la casa. Como todos sabemos, en el caso de los gatos, estos son animales muy higiénicos y pulcros, por lo que un agua en mal estado, no renovada e incluso escasa puede hacer que no beba con la frecuencia adecuada. Debemos estar alerta.
- Colocar paños húmedos alrededor del cuello (nunca cubrir por completo al perro o gato ya que esto impediría la ventilación de su cuerpo). Mojar nuca, orejas, cuello, ingle y lomo.
- Mojar una toalla, pero para que repose en un lugar húmedo y fresco.
¿QUÉ HACER EN CASO DE EMERGENCIA ANTE UN GOLPE DE CALOR?
Lo primero que debes hacer es mantener la calma y actuar de forma rápida y eficiente. Mientras llegas a la clínica o esperas al veterinario, dale al animal los siguientes primeros auxilios:
- El primer objetivo es disminuir su temperatura corporal, pero no radicalmente sino de forma gradual. Un cambio demasiado brusco podría provocar una hipotermia en un gato acalorado, por ejemplo. Hay que mojar al animal continuamente, pero el agua no debe estar fría ni caliente. Tampoco hay que cubrirlo con toallas, ni lo bañes con agua helada ni le pongas hielos, a menos que lo indique el veterinario. Aplícale paños de agua fresca en cabeza, cuello, vientre, pecho y patas. Puedes utilizar gasas o trapos pequeños, pero recuerda, nunca una toalla entera.
- Lo segundo es hidratar al animal, así que procura que beba agua fresca, pero sin acelerarse. Ni mucha, ni muy rápido, para que se vayan estabilizando sus niveles de hidratación. Humedece su boca ligeramente, por ejemplo, con un difusor en espray.
- Trasládalo a un lugar fresco donde no reciba los rayos del sol. Puedes ayudarte también de un ventilador a mínima velocidad.
- Revisa su temperatura hasta que alcance los 39° C.
Una vez con el veterinario, describe con detalle el episodio que ha sufrido tu perro. Seguramente, el veterinario lo revisará cuidadosamente y controlará sus signos para mantenerlo fuera de peligro. También es factible que le dé algún tratamiento para acelerar su recuperación.
Recuerda, el golpe de calor es
una situación importante y delicada que no puedes dejar pasar, recuerda estar
muy atento y al detectar alguno de los síntomas que te mencionamos, actúa
rápido y lleva a tu animal al veterinario.