Confinamiento por covid-19 no mejoró la calidad del aire tanto como se pensaba
Investigadores de Birmingham
estudiaron las emisiones de Pekín, Wuhan, Milán, Roma, Madrid, Londres, París,
Berlín, Nueva York, Los Ángeles y Delhi. “Los impactos fueron más complejos de
lo que pensábamos y más pequeños de lo que esperábamos”, dijeron.
Por Roberto Andrés para
Sustentartv
Si bien durante los
confinamientos totales por la pandemia los niveles de contaminación del aire
bajaron en todas las ciudades del mundo, las reducciones de dióxido de
nitrógeno en Pekín, Wuhan, Milán, Roma, Madrid, Londres, París, Berlín, Nueva
York, Los Ángeles y Delhi fueron menores de lo esperado.
Según un estudio de la Universidad de Birmingham publicado en la revista científica Science Advances, “en casi todas las ciudades se observaron disminuciones repentinas en las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) desintegrado y aumentos en el ozono (O3). Sin embargo, la disminución en las concentraciones de NO2 atribuible a los bloqueos no fue tan grande como se esperaba, con reducciones del 10 al 50 %”.
Te dejo la descripción de un experto en ciencias de la meteorología que nos explica cómo influye nuestras emisiones y por cuanto tiempo...
“En consecuencia, el ozono
aumentó entre un 2 y un 30 % (excepto en Londres), el oxidante gaseoso total
(Ox = NO2 + O3) mostró un cambio limitado y las concentraciones de material
particulado (PM2.5) disminuyeron en la mayoría de las ciudades estudiadas, pero
aumentaron en Londres y París”.
El estudio, titulado Abrupt
but smaller than expected changes in surface air quality attributable to
COVID-19 lockdowns y publicado este miércoles 13 de enero, estuvo a cargo de Zongbo
Shi y Congbo Song de la School of Geography Earth and Environment Sciences (UB)
y contó con la colaboración de Bowen Liu, Gongda Lu, Jingsha Xu, Tuan Van Vu, Robert
J. R. Elliott, Weijun Li, William J. Bloss y Roy M. Harrison.
La contaminación del aire es
el mayor riesgo ambiental para la salud humana en todo el mundo matando a siete
millones de personas cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, según cálculos del Banco Mundial, le cuesta a la economía tres billones
de dólares.
Respecto a los gases señalados
en el estudio, el dióxido de nitrógeno es un contaminante originado por las
emisiones del tráfico que provoca graves problemas respiratorios, mientras que
el ozono (artificial), que causa dolor en el pecho, daño en el tejido pulmonar
y empeora el asma, también daña los cultivos.
Por su parte, el material
particulado (hollín y humo), emitido por automóviles e industria, puede
alojarse en los pulmones e ingresar al torrente sanguíneo, causando
enfermedades pulmonares y cardíacas.
“La reducción rápida y sin
precedentes de la actividad económica brindó una oportunidad única para
estudiar el impacto de las intervenciones en la calidad del aire”, señaló Zongbo
Shi, responsable del estudio y profesor de Biogeoquímica Atmosférica en la
Universidad de Birmingham. Pero “fueron más complejos de lo que pensábamos y
más pequeños de lo que esperábamos”.
Además, “los cambios
climáticos pueden enmascarar los cambios en las emisiones sobre la calidad del
aire, pero nuestro estudio ha proporcionado un nuevo marco para evaluar las
intervenciones en la contaminación del aire, separando los efectos del clima y
la estación de los efectos de los cambios en las emisiones”.
Roy Harrison, coautor del
estudio e investigador en la Universidad de Birmingham, explicó que “la
reducción de NO2 beneficiará a la salud pública” y que, si las restricciones al
tráfico se hubieran mantenido en todas las ciudades, “las medias anuales de NO2
habrían cumplido en la mayoría de los lugares con las directrices de calidad
del aire de la Organización Mundial de la Salud)”.
Estudios anteriores
encontraron caídas mucho más dramáticas en el NO2. Incluso, un artículo de la
Academia de Ciencias de China dijo que Wuhan, donde se identificó por primera
vez el sarscov-2, experimentó una caída del 93 % de NO2 en el punto álgido del
brote de coronavirus.
Pero los científicos de
Birmingham dijeron que era importante no comparar simplemente la calidad del
aire antes y después de que comenzaran las restricciones o los niveles en los
mismos períodos en años anteriores.
En cambio, utilizaron el aprendizaje automático para eliminar el impacto del clima en la calidad del aire antes de analizar los datos de 2015 a mayo de 2020, y tomaron en cuenta cómo las ciudades con acciones de políticas de aire limpio verían reducciones de emisiones a lo largo del tiempo.