Crisis hídrica en Latam
América Latina tiene la mayor dotación de agua per cápita, que casi cuadruplica el promedio mundial; sin embargo, 150 millones de personas, o alrededor de la cuarta parte de la población, viven en zonas donde el agua es escasa, y más de 400 millones carecen de servicios de saneamiento seguros.
Así lo establece un informe del Banco Mundial, difundido
hace menos de un mes.
Estas cifras aumentarán a medida que el cambio climático altere el ciclo del agua.
Alarmantes cifras
Los glaciares andinos han retrocedido entre un 30 % y un 50 % durante los últimos 30 años, lo que pone en peligro la seguridad hídrica de las ciudades y las comunidades.
Las cuencas hidrográficas se están degradando rápidamente, y
el 25 % de los ríos, lagos y acuíferos están contaminados debido a la descarga
de efluentes sin tratar derivados del uso municipal, industrial, minero y
agrícola.
Las sequías que ha sufrido recientemente el Cono Sur del
continente han afectado marcadamente la producción y la calidad de los cultivos
en Argentina, Chile y Paraguay.
Las inundaciones recurrentes causan daños por valor de USD 1700 millones cada año, mientras que los daños económicos producidos únicamente por las sequías durante los últimos 40 años ascienden en total a USD 24 000 millones.
la situación se agravará
Esto pone en peligro los avances socioeconómicos que la
región ha logrado con gran esfuerzo y acrecienta el riesgo de malestar social.
Si no se adoptan medidas climáticas, la situación se agravará.
El agua debe ser un elemento central de los esfuerzos para
promover la inclusión y el desarrollo humano y también de las políticas de
mitigación y adaptación al cambio climático.
Para avanzar, los gobiernos, los ciudadanos y los actores privados deben considerar al agua un activo estratégico, finito y manejable, y un bien que trasciende las fronteras.
Gestión más eficiente
Los servicios de agua, desde los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento hasta los sistemas de riego y drenaje, se deben gestionar de manera más eficiente, con operaciones y mantenimiento adecuados y mayor sostenibilidad financiera para ampliar con más rapidez los servicios.
Los hogares, las industrias y los prestadores de servicios deben ahorrar agua, optimizar su uso y reutilizarla de una forma más sistemática.