Se trata de investigadores
del Instituto de Biociencias de la Patagonia. El género Rhodococcus tiene la
capacidad de degradar compuestos que pueden encontrarse en hidrocarburos y desechos
agroindustriales.
Por Roberto Andrés para
Sustentartv
La mayor parte de las grasas y
aceites de origen animal y vegetal están formadas casi exclusivamente por
triacilgliceroles (TAG), lípidos antiguamente conocidos como triglicéridos,
cuya acumulación es una característica común entre las actinobacterias
pertenecientes al género Rhodococcus.
La mayoría de las
actinobacterias se encuentran en el suelo jugando un importante rol en la
descomposición de materia orgánica, como la celulosa y la quitina, y algunas
especies de Rhodococcus pueden producir cantidades significativas de
triacilgliceroles a partir de diferentes sustratos individuales, como la
glucosa.
Un equipo del Instituto de
Biociencias de la Patagonia (INBIOP) investiga desde hace años un grupo de
bacterias del género Rhodococcus que posee la capacidad de degradar
hidrocarburos y convertir diferentes residuos industriales y agroindustriales
en aceites bacterianos con aplicación potencial para la producción de
biocombustibles, biolubricantes y una diversidad de productos oleoquímicos.
Algunos de estos desechos son
la glicerina, que es un residuo que proviene de la producción del biodiesel,
los que genera la producción de jugo de frutas, los de la producción de aceite
de oliva y el suero lácteo, que es el residuo de la producción de quesos.
Según Héctor Álvarez, director
del INBIOP, “este grupo tiene una composición génica muy amplia que le confiere
al microorganismo la capacidad de degradar muchos compuestos diferentes y
transformarlos a través de su metabolismo en otros productos que son acumulados
en el interior de la bacteria”.
Esta línea de trabajo del
INBIOP indaga sobre las propiedades y el potencial biotecnológico de los
recursos microbiológicos y genéticos de los ecosistemas naturales de la Patagonia
“para contribuir con las acciones de conservación y protección de los mismos y
su aprovechamiento para el desarrollo de procesos productivos sustentables que
impacte positivamente en la sociedad de la región”.
Las bacterias que el grupo de
trabajo denomina oleaginosas, debido a su capacidad de producir aceites,
habitan en general en suelos áridos. “Por eso, es frecuente encontrarlos en la
región semiárida de la Patagonia. Existe una gran diversidad microbiana en la
región y por lo tanto un potencial biológico y genético muy importante”, señaló
Álvarez desde el Conicet.
Álvarez indicó que cada uno de
los residuos industriales requiere conseguir la bacteria adecuada que pueda
degradarlos. “Lo que hacemos en el laboratorio es, a través de estudios
genómicos, identificar las características genéticas del microorganismo para
determinar cuál se puede adaptar mejor al residuo que nos interesa tratar”,
indica.
Por ejemplo, si es necesario
tratar suero lácteo, el componente químico preponderante es un azúcar llamado
lactosa. Entonces las bacterias que van a funcionar son las que contengan los
genes necesarios para degradar y asimilar este compuesto para convertirlo en
aceite.
Según el Doctor en Bioquímica,
esta tecnología aún se realiza a una escala de laboratorio: “Este proceso no ha
sido industrializado en ningún lugar del mundo. Estamos generando conocimiento
de base para poder transferirlo a la industria, y es en este contexto que en la
actualidad nos estamos vinculando con distintas empresas del sector industrial
para poder aplicar algo que no existe. Es decir, una tecnología novedosa y
adaptada a cada necesidad, para aportar soluciones a problemáticas actuales,
como puede ser la gestión de diferentes residuos industriales, o para producir
nuevos productos de una forma sustentable”.
El Instituto de Biociencias de la Patagonia es una Unidad Ejecutora de investigación de doble dependencia entre el Conicet y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB). Además de Héctor Álvarez, el grupo de trabajo también está integrado por Roxana Silva, Mariana Lanfranconi, Soledad Villalba, Laura Gallegos, Marisa Herrero, Mariana Vallejos, Paula Ricca y Martín Hernández.