El hidrógeno azul es 20 veces más contaminante que el gas natural
La intensidad de los gases de
efecto invernadero del hidrógeno azul es un 20 % peor que la quema de gas
natural para calefacción, según estudio de investigadores de la Universidad de
Cornell y la Universidad de Stanford publicado recientemente en Energy Science
& Engineering.
Los autores del estudio, que se titula How green is blue hydrogen?, concluyen que “el hidrógeno azul no tiene realmente ningún papel en un futuro sin carbono. Sugerimos que el hidrógeno azul es mejor verlo como una distracción, algo que puede retrasar la acción necesaria para descarbonizar realmente la economía energética mundial”.
Estos hallazgos se vuelven más relevantes a la luz del informe del IPCC, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU, que determinó que queda una ventana muy pequeña para evitar que la temperatura planetaria se dispare a un espiral incontrolable, para lo que se necesita una verdadera y profunda descarbonización.
“EL ÚNICO HIDRÓGENO LIMPIO
ES EL VERDE”
Robert Howarth, coautor del estudio y catedrático de Ecología y Biología Ambiental de la Universidad de Cornell, declaró: “Los políticos de todo el mundo, desde el Reino Unido y Canadá hasta Australia y Japón, están haciendo costosas apuestas por el hidrógeno azul como solución líder en la transición energética. Nuestra investigación es la primera en una revista revisada por pares que expone la importante intensidad de las emisiones del ciclo de vida del hidrógeno azul. Se trata de una señal de advertencia para los gobiernos de que el único hidrógeno “limpio” en el que deberían invertir fondos públicos es el hidrógeno verde, verdaderamente neto, fabricado con energía eólica y solar”.
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El hidrógeno azul, fabricado a partir de gas natural mediante la captura y el almacenamiento de carbono (CCS), ha sido aclamado por los políticos de todo el mundo como una solución energética limpia a los combustibles fósiles.
Las empresas petroleras y de gas
argumentan que “el verde [el hidrógeno fabricado a partir de energías
renovables] es el destino, pero llegaremos a él por una autopista azul”, lo que
indica que la inversión en hidrógeno azul debe ser lo primero en la transición
hacia el hidrógeno verde.
Sin embargo, BloombergNEF
estima que ya en 2030 el hidrógeno verde será probablemente más barato que el
azul en todas las zonas geográficas. Esto contrasta con la tecnología de
captura de carbono, que está tardando más de lo previsto en ampliarse, con una
vergonzosa cantidad de proyectos fallidos y sólo 21 proyectos operativos en
todo el mundo.
El estudio de Howarth señala
que hasta 2021 “sólo hay dos instalaciones de hidrógeno azul en todo el mundo
que producen hidrógeno a escala comercial, una operada por Shell en Alberta,
Canadá, y la otra por Air Products en Texas, Estados Unidos”.
Muchas empresas de petróleo y
gas ven en el hidrógeno una rampa de salida para sus negocios con la creación
de una nueva economía del hidrógeno. Esto ha levantado muchas dudas, con
críticos de alto nivel como el fundador de BloombergNEF, Michael Liebreich, que
sostiene que el hidrógeno de cualquier color es una táctica de distracción de
las grandes petroleras y gasistas para retrasar la transición energética, y que
sólo será necesario a pequeña escala para sectores específicos difíciles de
descarbonizar.
Desde la Unión Europea hasta
Australia, más de 40 gobiernos han publicado estrategias sobre el hidrógeno,
muchas de las cuales promueven el hidrógeno limpio. Estados Unidos ha definido
recientemente el “hidrógeno limpio” como el H2 fabricado de cualquier manera
que emita 2 kg o menos de dióxido de carbono equivalente por cada kilogramo de
hidrógeno producido, incluido el hidrógeno azul.
Japón calificó los Juegos Olímpicos de 2020 como las “Olimpiadas del Hidrógeno”, pero hasta ahora los planes para demostrar una sociedad del hidrógeno han fracasado. Se espera que otros países, como Reino Unido, lancen una estrategia sobre el hidrógeno en las próximas semanas, que probablemente incluirá el apoyo al hidrógeno azul.