El lado oscuro del chicle: una amenaza para el ambiente
En Argentina consumimos 3.500 toneladas de chicles al año
Un dato alarmante, si tenemos en cuenta que más del 80% termina en la vía pública, si en la calle.
Los chicles, esos pequeños y coloridos trozos de ¨goma¨, que parecen inofensivos, esconden un lado oscuro: son una amenaza para el ambiente y los animales.
Un chicle no es biodegradable. Su base está compuesta por un 80% de plásticos y un 20% de resinas naturales y sintéticas, materiales altamente resistentes que tardan hasta 5 años en degradarse.
Contaminación ambiental a la vista:
- Suelos: Tiene una capacidad de adherencia a las calles, aceras y parques, generando dificultad la limpieza y altos costos para su remoción.
- Agua: Arrastrados por las lluvias, llegan a ríos y mares, contaminando el agua y poniendo en riesgo la vida marina.
- Peligro para los animales: Las aves, confunden los chicles con comida, los ingieren, lo que puede causarles obstrucciones intestinales e incluso la muerte. En España, un estudio reveló que 1 de cada 30 aves marinas tenía chicle en su estómago.
Biodegradable no significa rápido:
Aunque algunos chicles se promocionan como «biodegradables¨, no significa que se descompongan en un abrir y cerrar de ojos. Este proceso puede tardar varios años, similar a los chicles tradicionales. Acä te dejo un detalle de qué es biodegradable y qué es compostable.
Pero además los chicles al ser muy dificiles de remover cuestan en limpieza miles de millones a las ciudades. ¿Todo porque nos es más cómodo que lo junte otro ?
¿Alguna vez habias pensado en esto ? ¿Vos dónde tiras tus chicles ?
Consumo de chicle en Argentina, fuente: Asociación de Fabricantes de Golosinas, Alfajores y Chocolates, últimos datos disponibles 2015.