Fotosíntesis invertida, ¿la energía del futuro?

Fotosíntesis invertida, ¿la energía del futuro?

04/13/2016 0

La fotosíntesis ha inspirado a la ciencia, la biomimética se ha convertido en la gran esperanza de una sociedad moderna baja en carbono. Veamos tres avances recientes en este campo, proyectos científicos que han logrado grandes avances.

Fotosíntesis inversa como biocombustible

La propuesta de científicos daneses, cuyo resultado han publicado en la revisa Nature Communication, consiste en darle la vuelta a la tortilla. En lugar de reproducir el mecanismo de la fotosíntesis en el laboratorio siguiendo las leyes de la naturaleza, lo han hecho a la inversa.

No puede negarse que la idea es ingeniosa. El proceso mental que ha inspirado esta

idea está lleno de lógica. A saber: si las plantas fabrican su alimento a partir de sustancias inorgánicas (razón por la que se les llama seres autótrofos) mediante la fotosíntesis, en la que se utiiza el sol como fuente de energía, nosotros vamos a ponernos como objetivo convertir aquella en generadora de energía.

Biomimética, la tecnología de la fotosíntesis inversa es capaz de obtener energía verde.

En concreto, se ha conseguido utilizando la biomasa procedente de las plantas, pero entenderlo requiere partir del concepto de fotosíntesis. Bastará con recordar que la clorofila les ayuda a captar la luz del sol, y es a través de su captura las plantas pueden llevar a cabo el proceso que les permite alimentarse.

Básicamente, convierten la luz en energía para absorber el CO2 del aire, que también captan con sus hojas. Además, junto con el agua que absorben sus raíces consiguen formar glucosa, y es esa energía la que lo hace posible.

La energía se produce gracias a la luz y a la clorofila, tanto a través de una cadena de electrones que transportan la luz como en lo que se ha venido a denominar la energetización de los electrones del agual, que tampoco sería posible sin ésta. No en vano, más allá de ser un pigmento, la clorofila actúa en un doble sentido, jugando un papel clave como receptor y conversor de la energía solar en energía química.

La fotosíntesis inversa busca la obtención de energía limpia. Su base teórica consiste, tal y como dice su propio nombre, en revertir el proceso para lograr este objetivo.

En concreto, se busca liberar energía y otros productos químicos partiendo de la biomasa creada por las plantas, idealmente para conseguir energía limpia capaz de abastecer a la industria.

Se trata de una investigación todavía incipiente, que emula procesos naturales que llevan a cabo algunos hongos parásitos de las plantas.

Para tratar de lograrlo, sacaron partido del uso de la monooxigenasa, una enzima natural muy utilizada para producir biocumbustibles. Al necesitar tomar electrones de una molécula donadora, la clorofila encajó a las mil maravillas.

A su vez, puesto que la clorofila pasó a ser clave, también la luz del sol se convirtió en esencial en este experimento de fotosíntesis invertida. A partir de estos dos elementos se siguió la misma mecánica que emplea la naturaleza, en la que todo comienza con este pigmento de color verde, responsable de la fotosíntesis.

Alcanzado este punto se siguió el mismo proceso que lleva a cabo la fotosíntesis, pero en sentido contrario. En dicho intento, la monooxigenasa digiere la biomasa, con lo que se libera energía. Un proceso que bajo la luz del sol se resuelve en apenas cinco minutos. De lo contrario, tarda alrededor de 24 horas. Por lo tanto, el objetivo es conseguir la primera opción para convertirla en una fuente de energía factible, lista para su generación y uso casi en tiempo real. Soluciones artificiales para problemas naturales.

Sabrina Pin
sabri