Este 26 de mayo un tribunal de La Haya, Holanda, ordenó al grupo Royal Dutch Shell, identificado en 2017 por The Carbon Major como uno de los diez más contaminantes del mundo, a reducir sus emisiones de CO2 -incluidas las de sus proveedores y usuarios- en un 45 % para 2030 respecto a los niveles de 2019.
Es la primera sentencia judicial que ordena a una empresa transnacional contaminante a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero de acuerdo con los objetivos climáticos mundiales. La sentencia tendrá un impacto en la política climática y en la responsabilidad de las empresas a nivel mundial.
AMENAZA DE VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS
Según el veredicto, existe una “amenaza de
violación de los derechos humanos” en cuanto al derecho a la vida, y sostiene
que la corporación tiene que cumplir con lo establecido en el fallo “inmediatamente”,
porque su política climática “no es lo suficientemente concreta”. El veredicto
afirma que Shell es responsable del cambio climático por las emisiones
asociadas a sus productos de sus clientes y proveedores.
La organización que interpuso una demanda contra
Shell en 2019 por sus daños ecológicos fue la ONG Amigos de la Tierra. Su
argumentación se basaba en que la petrolera anglo-holandesa “conocía durante
años los daños de la extracción de petróleo y no sólo desinformó al público,
sino que continuó perforando” y generando combustibles fósiles.
Shell se ha comprometido públicamente a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 20 % para 2030, y a que sean nulas para 2050. Pero, según el fallo, eso no es suficiente, por lo que debió subir su porcentaje al 45 %, en comparación con los niveles de 2019.
UNA DE LAS COMPAÑÍAS MÁS CONTAMINANTES DEL MUNDO
Donald Pols, director de Milieudefensie (Defensa
Ambiental), filial holandesa de Amigos de la Tierra, no descartó que la empresa
pueda apelar el fallo. “Shell no puede echar más petróleo al fuego. Es una de las
35 compañías más contaminantes del mundo que son responsables de la emisión de
gases de efecto invernadero. Emite 9 % más de CO2 que todos los holandeses en
el mundo”.
“El impacto de esta victoria no se acaba en la sala
de juntas de Shell. Ya los grandes contaminantes no se pueden relajar. Esta ola
verde que ha comenzado en La Haya no será la primera. A partir de hoy estas
demandas climáticas son un riesgo material para los grandes contaminantes del
mundo”, sentenció Pols.
Del otro lado, Shell declaró que apelará el fallo: “Estamos
invirtiendo miles de millones de dólares en energía baja en carbono, incluidos
puntos de recarga para cargar vehículos eléctricos, hidrógeno, energías
renovables y biocombustibles. Queremos aumentar la demanda de estos productos y
ampliar nuestras nuevas empresas de energía aún más rápido. Continuaremos
enfocándonos en estos esfuerzos y esperamos apelar hoy el decepcionante fallo
de la corte”.
Según la ONG, la máquina de relaciones públicas
ecológicas de Shell “está trabajando horas extras para mostrar el llamado nuevo
curso climático”. En su informe Green Words, Fossil Actions: a Closer Look at
Shell's Climate Ambition, los demandantes afirman que la compañía “ni siquiera
se está tomando en serio sus propios objetivos, que son insuficientes”.
Para Amigos de la Tierra, “las emisiones de CO2
esperadas de la producción total proyectada de Shell en los próximos años son
comparables a la apertura de 127 nuevas centrales eléctricas de carbón. Para
compensar las emisiones de CO2 de la producción de Shell de 2020 a 2050, se
tendría que plantar un bosque de más de 10 veces el tamaño de los Países Bajos”,
explican.
“Con ambiciones climáticas para el escenario y sin indicios de un cambio real, por supuesto, Shell continúa provocando un cambio climático peligroso”, indican.
UNA ADVERTENCIA PARA LOS GRANDES GRUPOS CONTAMINANTES
Para el abogado demandante Roger Cox, “este
veredicto es una doble victoria. Shell no solo tendrá que cambiar ahora, sino
que también aumentará la presión para cambiar en todas las demás empresas que
emiten grandes cantidades de CO2 o fabrican productos que emiten grandes
cantidades de CO2”.
“En ese sentido, este veredicto tiene el potencial
de ser un veredicto revolucionario, que puede acelerar el enfoque climático.
Esto es necesario porque los próximos 10 años serán cruciales para combatir el
peligroso cambio climático”, concluyó.
Amigos de la Tierra fue acompañado en su demanda por Action Aid Netherlands, Both ENDS, Fossil Free Netherlands, Greenpeace Netherlands y la Asociación del Mar de Wadden (Waddenvereniging), junto a más de 17000 ciudadanos holandeses.