Islas de calor: más árboles en las ciudades, menos muertes
Un estudio publicado en The Lancet con datos de 93 ciudades
europeas (donde viven 57 millones de habitantes mayores de 20 años) estima que
alrededor de 6.700 muertes prematuras se deben al fenómeno “isla de calor”.
También señala que un tercio de esos fallecimientos podría evitarse plantando árboles en un 30% del espacio urbano.
Islas de calor
En las grandes ciudades se produce el efecto isla de calor:
el asfalto y hormigón absorben calor durante el día y lo emiten por la noche,
haciendo que la temperatura sea mucho más alta que en lugares cercanos donde
predominan la tierra y los árboles.
“Hemos realizado una evaluación del impacto en la salud de
la isla de calor en estas urbes, y la hemos comparado con un escenario
hipotético en el que aumentamos la cobertura de árboles un 30% en toda la
ciudad. A partir de ahí hemos hecho una modelización para explicar la
mortalidad que se podría prevenir”, explica Tamara Iungman, investigadora de
ISGlobal —institución impulsada por la Fundación La Caixa, que ha liderado el
trabajo— y primera autora del estudio.
El documento analiza el espacio urbano con imágenes de alta resolución (en áreas de 250 metros por 250 metros) para tener en cuenta también la distribución de la vegetación.
Diferencia con la ola de calor
“Es importante diferenciar la mortalidad atribuible a las
olas de calor, que pueden afectar a muchos más lugares, con la relacionada con
las islas de calor, que están vinculadas al diseño urbano: el asfalto, el
hormigón y la falta de vegetación aumenta el riesgo para la salud en los días
de verano, incluso con temperaturas usuales”, apunta la investigadora.
Los autores consideran que un tercio de las muertes (unas
2.644) podrían haberse evitado aumentando la cubierta arbórea hasta un 30% del
espacio urbano, con lo que se reducirían las temperaturas, de media, casi medio
grado, pero en algunos lugares 1,5° C e incluso más. La superficie arbolada de
las ciudades analizadas está en el 14,9%.
Efecto pavimento
Según los informes de la red de ciudades contra el cambio climático C40, alrededor del 40% de la superficie de las ciudades está cubierta por pavimentos convencionales, como el asfalto, que “alcanzan temperaturas máximas en verano de hasta 65 grados Celsius y calientan el aire que hay sobre ellos”. Son uno de los principales causantes del efecto isla de calor.