La Colmena: casas ecológicas y económicas
En la localidad de Vaqueros, a 10 kilómetros de la ciudad de Salta, se formó la cooperativa de viviendas sustentables La Colmena Bio Construcciones, un emprendimiento colectivo que agrupa a 14 familias y que invita a edificar nuevas soluciones habitacionales integradas con el entorno, con menores costos y más eficientes en el cuidado de la energía y el ambiente.
La autoconstrucción
La Colmena se dedica al
diseño, la dirección y ejecución de obras basadas en la bioconstrucción y la
arquitectura. Esto implica combinar una gran variedad de materiales para un
mejor aprovechamiento de los recursos. El Instituto Nacional de Asociativismo y
Economía Social (INAES) y la Subsecretaría de Empleo, Cooperativas y Mutualidades
del Ministerio de Producción y Desarrollo Sustentable entregaron la matrícula.
Según Lautaro Concistre, socio fundador de la cooperativa, “la autoconstrucción también es mucho más saludable ambientalmente hablando”. La propuesta suma que la obra de una vivienda de este tipo posibilita que quien quiera construir su casa sea parte de ese proceso, pues se propone compartir los conocimientos sobre cómo trabajar el barro. “Sabemos que hoy cuesta mucho construir y por eso, damos apoyo para que se vea en la autoconstrucción un opción cierta para tener una casa”, expresó en diálogo con Salta/12.
Por su parte, Walter Cáceres, presidente de la cooperativa, agradeció en la entrega de la matrícula el apoyo del órgano local competente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social en Salta, e indicó que esta iniciativa se puede entender como una mirada amplia e integral que busca dar respuestas a las necesidades sociales sin destruir, contaminar ni agotar los recursos naturales. Se trata de “diseñar pensando a largo plazo, en clave sostenible y amigable con el ambiente en donde vivimos. Es una premisa”, explicó.
La Colmena emplea un tipo de arquitectura que apela al trabajo con materiales de la misma naturaleza, que no alteren el entorno y que sean accesibles. De esta manera, la experiencia de la cooperativa se convierte en precursora en la provincia de Salta, por lo que esperan poder contar con más personas que quieran apuntar a la construcción de casas con barro. Ahora que ya cuentan con su matrícula, el segundo objetivo es poder tener un espacio físico que les sirva de acopio para los materiales que utilizan en las construcciones.
LOS 4 CONCEPTOS DE LA BIOCONSTRUCCIÓN
La bioconstrucción es una disciplina dentro del mundo de la arquitectura y de la edificación que busca la integración del edificio en el entorno. Para ello es necesario conocer cómo funcionan las leyes de la naturaleza y conseguir el mínimo impacto. Se eligen técnicas constructivas adaptadas al entorno, paisaje y sociedad donde se implanta. Y estas envolventes generan espacios interiores que se convierten en la tercera piel del individuo, con lo que debe cumplir las mismas funciones que este tejido protector de nuestro organismo.
La bioconstrucción se basa en cuatro conceptos fundamentales:
Materiales naturales. Los materiales deben ser lo más naturales posibles y menos adulterados, poco manufacturados y que pertenezcan al lugar. Los procesos de extracción, manipulación, transporte y colocación deben ser respetuosos con el entorno y deben tener un Análisis de Ciclo de Vida (ACV) conocido. Pueden ser de carácter estructural como la madera o la tierra, formar parte de la envolvente, como los muros de adobe o tapia o de paja, con acabados como los revocos de barro o los enfoscados con cal o techos vegetales para cubiertas y con materiales aislantes tales como paja, lana de oveja, corcho o fibras de madera.
Sostenibilidad. La bioconstrucción es sostenible, porque guarda un equilibrio entre los aspectos ambientales y económicos (haciéndola viable), los económicos y sociales (haciéndola justa) y los sociales y ambientales (haciéndola soportable) para el sistema que la sostiene. Los sistemas constructivos y los materiales provienen de fuentes renovables y próximas, minimizando la emisión de CO2 y el uso de energía fósil. Se tendrá en cuenta el entorno y el clima, los ocupantes y la sociedad en la que viven, y la economía. Será más eficiente y confortable, consumirá menos y creará marcos de relación justos y equitativos.
Colaboración. La bioconstrucción también es colaborativa, fomentando proyectos participativos donde se combinan técnicas tradicionales con sistemas de construcción alternativos. Donde la toma de decisiones se realiza de manera transversal, comunicativa y participativa y no vertical e impuesta. Donde la prioridad no es la maximización de beneficios puramente monetarios, sino que se busca la integración y desarrollo justo de la sociedad y entorno en la que se implanta.
Bienestar. La
bioconstrucción es salud y confort, entendidos como el equilibrio entre la
calidad del aire interior, sin emisiones contaminantes de origen físico,
químico o biológico, con superficies higroscópicas que al igual que nuestra
piel permiten respirar sin dejar entrar el agua o el aire, confortables en el
aspecto térmico, lumínico, acústico y espacial. Espacios bien proporcionados,
con un estudio de la ergonomía y la utilidad a medida de las personas, para
desarrollar toda su creatividad.