Según investigadores del
Instituto de Medioambiente de Estocolmo, en tres días de festividades navideñas,
solo en el Reino Unido se podrían producir hasta 650 kg de emisiones de CO2 por
persona.
Por Roberto Andrés para
Sustentartv
Casi no hay estudios que echen
luz a la tarea de calcular la huella ecológica global de la Navidad a través
del análisis del ciclo de vida. Lo más serio al respecto fue publicado en 2007
por investigadores del Instituto de Medioambiente de Estocolmo, con sede en la
Universidad de York, quienes calcularon que los tres días de festividades
navideñas en el Reino Unido podrían resultar en hasta 650 kg de emisiones de CO2
por persona.
“La época navideña viene
acompañada de incrementos estacionales en nuestro nivel de consumo. Desde comer
y beber hasta dar y recibir, es la época del año en la que hacemos las cosas en
exceso”, señalaban en dicha ocasión Gary Haq y Elena Dawkins, de la Universidad
de York, y Anne Owen y John Barrett, de la Universidad de Leeds.
“Desafortunadamente, también
significa que es probable que tengamos un mayor impacto en el medioambiente.
Nuestro consumo total y gasto en comida, viajes, iluminación y regalos durante
tres días de festividades podría resultar en hasta 650 kg de emisiones de
dióxido de carbono (CO2) por persona, ¡equivalente al peso de 1,000 pudines de
Navidad! Esto es el 5,5 % de nuestra huella de carbono anual total”, agregaron.
Según el calculo del estudio,
titulado The Carbon Cost of Christmas, durante la Navidad una persona
promedio podría producir 26 kg de CO² de la comida navideña, 96 kg de CO²
provenientes del viaje en auto navideño, 218 kg de CO² de extravagantes
pantallas de iluminación y 310 kg de CO² en compras navideñas.
Los investigadores de York
demostraron que podríamos reducir nuestras emisiones de carbono navideñas hasta
en un 60 % a unos 250 kg³. “Con un poco de pensamiento y planificación, podemos
limitar nuestro impacto y aun así tener una buena Navidad, pero una que sea
tanto más amable con el planeta como con nuestro bolsillo”, señalaron.
Lamentablemente, no se han
realizado estudios más recientes e integrales. Sin embargo, hay datos
interesantes disponibles sobre las dimensiones ambientales más serias de la
temporada festiva, que también se relacionan con el tema más amplio de la
sostenibilidad de nuestros patrones actuales de producción y consumo.
Árboles de Navidad
Si bien la mayoría prefiere la
estética de un árbol natural en la sala de estar, la huella de carbono de las
opciones difiere significativamente. Según el informe Carbon Trust Christmas
Tree Disposal Advice de 2013, un árbol de 2 metros que se tala y termina
como virutas de madera o en una hoguera después de Navidad tiene una huella de
carbono de 3,5 kg de CO2e. Si ese árbol se envía al vertedero, la huella aumenta
a 16 kg de CO2e. Un árbol artificial del mismo tamaño tiene una huella de
carbono estimada de 40 kg de CO2, por lo que debería usarse durante 12 años
para que sea más verde que un árbol natural, salvo se trate de un árbol creado
con material reciclado.
Papel de regalo y tarjetas
navideñas
Según el estudio Christmas packaging facts: the definitive list, del GWP Group del Reino Unido, solo en este país se utilizan unas 227.000 millas (365.000 km) de papel de regalo cada Navidad, suficiente para recorrer el mundo nueve veces, y mil millones de tarjetas de Navidad, cifra equivalente a 33 millones de árboles.
Desperdicio de alimentos
Según el mismo estudio, “los
residentes del Reino Unido desperdiciarán 54 millones de platos llenos de
comida durante diciembre. Además de esto, siete de cada 10 personas admitirán
fácilmente que compran muchos más alimentos de los que necesitan”. El informe del
IPCC Climate Change and Land de 2019 estima que los alimentos desperdiciados representan
hasta una décima parte de todas nuestras emisiones de gases de efecto
invernadero.
Residuos de envases
El informe del GWP Group también estimó que en Navidad Reino Unido consumió 10 millones de pavos, utilizando más de 3.000 toneladas de envases, además de 125.000 toneladas de envoltorios de plástico destinados a la alimentación, 25 millones de pudines navideños (los cuales se envasaron en algún tipo de embalaje de plástico y cartón), y 175 millones de pasteles de carne picada (1 millón de cajas de pastel de carne picada equivale a 1 tonelada de material de aluminio).