La mayoría de los plásticos consumidos en Europa no son envases
El 74% de los plásticos consumidos en la Unión Europea no
son envases, detalló un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
De este modo, una parte muy significativa del consumo total
de plástico en Europa queda fuera de las políticas de prevención y reciclaje y
corre el riesgo de ser ignorada en la transformación hacia una economía más
circular.
Qué plásticos son no envases
Los plásticos que no son envases incluyen diversos
materiales en productos que van desde edificios y vehículos hasta artículos de
uso cotidiano, como aparatos electrónicos, equipos deportivos, pañales y
cepillos de dientes.
El informe de la AEMA señala que actualmente no existen objetivos directos de reciclado o reutilización para estos materiales, que pueden representar hasta el 74% del consumo total de plástico de la UE, según estimaciones recientes.
En la actualidad no se conoce suficientemente el nivel global de consumo de plástico y de generación de residuos plásticos en Europa. Se dispone de algunos datos de la industria europea del plástico, pero no incluyen los plásticos que forman parte de los productos importados.
Según el informe de la AEMA, es muy valioso desarrollar una
metodología más normalizada para el seguimiento de los flujos de plástico no
envase en la UE. Esto permitiría un seguimiento eficaz de la cantidad total de
residuos plásticos y proporcionaría mejores datos para fundamentar las
decisiones políticas y de inversión.
Estrategias e instrumentos
Entre los principales instrumentos políticos de la UE en
este ámbito figuran el Plan de Acción para la Economía Circular y la Estrategia
Europea para los Plásticos en una Economía Circular. El reciente paquete
Economía Circular II propuesto por la Comisión Europea también incluye
iniciativas sobre envases y sobre plásticos de origen biológico, compostables y
biodegradables.
Además, será necesario abordar también el plástico utilizado en aplicaciones distintas de los envases a través de posibles medidas futuras como la introducción de regímenes de responsabilidad ampliada del productor, objetivos de reciclado específicos para cada material y obligaciones de información.
Estos aspectos deberán abordarse si Europa quiere gestionar mejor los flujos totales de plástico en el contexto de la transformación hacia una economía circular, concluye el informe de la AEMA.