Lanzaron una agenda de trabajo entre productores y ecologistas para construir una “Argentina potencia ambiental”
Varias entidades ambientalistas y de la producción
confluyeron en la Exposición Rural de Palermo con ánimo de comenzar a trabajar
en conjunto detrás de una agenda que en el mediano plazo termine construyendo
un país más productivo, pero a la vez más sano.
pujas y posiciones
Convocada por la Comisión de Sostenibilidad de la Sociedad
Rural Argentina (SRA), en el encuentro hubo bases suficientes como para empezar
a conciliar posiciones para cerrar pujas que muchas veces parecen
irremontables.
Andrés Costamagna, uno de los coordinadores de esa comisión explicó que él se conformaría con que unos y otros, ambientalistas y productores, dejen de demonizarse mutuamente acusándose de ser el origen de todos los males.
participantes con diversas posturas
Participaron representantes de AACREA, Maizar, Acsoja, la
Asociación Forestal Argentina (AFOA), y hasta la Red BPA, que agrupa a 90
entidades y organismos interesadas en mejorar las formas de hacer las cosas en
el campo.
Es decir, había una buena masa crítica de representaciones
de un sector que suele ser acusado por el ambientalismo de privilegiar sus
intereses económicos a la conservación de los ambientes y la salud del clima.
El uso masivo de agroquímicos, la deforestación, y las emisiones que provocan el calentamiento global siempre pican en punta entre las críticas del ambientalismo.
Del palo ambientalista participaron organizaciones de larga trayectoria como Vida Silvestre, Aves Argentina y su Alianza del Pastizal, el Banco de Bosques y The Natural Conservacy (TNC).
Todas mostraron recelos, pero a la vez coincidieron en la
necesidad de establecer líneas de trabajo compartidas con los productores
agropecuarios y forestales.
Es que finalmente el sentido de esta convocatoria pasa por allí: como sucedió en otras regiones del mundo, se trata de convertir a los productores de ser supuestos agresores en custodios del medio ambiente.
biodiversidad e insumos químicos
Hubo muchas advertencias de las entidades ambientalistas, en especial por una acelerada pérdida de la biodiversidad y el uso exagerado de insumos químicos.
Manuel Jaramillo, de la Fundación Vida Silvestre, remarcó
que tampoco esta carrera será halagüeña para la propia producción, ya que “se se
aumentara la producción se perderían muchos ambientes nacionales”.
En ese sentido, remarcó que ya se perdió gran parte de la productividad patagónica por el sobrepastoreo, y que también se está perdiendo productividad en la zona agrícola por la pérdida de nutrientes del suelo, mientras que se ha deforestado muchísimo el bosque chaqueño.
Con información de Bichos de Campo.com