Las bacterias manipulan la sal para construir refugios en los que hibernar
Investigadores españoles han detectado por primera vez una interacción desconocida entre los microorganismos y la sal. Cuando se introduce Escherichia coli en una gota de agua salada y se deja secar, la bacteria maneja el cloruro sódico para que cristalice en unas formaciones en 3D donde entra en hibernación. Después, simplemente rehidratando el material, la bacteria revive. El descubrimiento se realizó de forma casual con un microscopio casero, pero es portada de la revista Astrobiology y puede ayudar a buscar indicios de vida en otros planetas.
Patrones biosalinos desecados formados por la interacción de células de Escherichia coli con la sal común.
La bacteria Escherichia coli es una de las más estudiadas por los biólogos, pero ninguno había reparado en lo que puede hacer este microorganismo dentro de una simple gota de agua con sal: crear impresionantes patrones biomineralógicos en los que guarecerse cuando se seca.
“Fue toda una sorpresa, un resultado completamente inesperado, cuando introduje células de E. coli en gotas salinas y me di cuenta de que las bacterias tenían la capacidad de asociarse a la cristalización de la sal común y modular el desarrollo y crecimiento de los cristales de cloruro sódico” destaca el biólogo José María Gómez.
“De esta forma, en unas cuatro horas, se creó en la gota desecada un impresionante tapete de patrones biosalinos con unas complejas arquitecturas en 3D"
Hasta ahora se conocían patrones parecidos creados a partir de soluciones con sal y proteínas aisladas, pero esta es la primera descripción que demuestra que células bacterias enteras pueden dirigir la cristalización del cloruro sódico (NaCl) y generar estructuras biosalinas autooganizadas, de aspecto fractal o dendrítico.
“El desafío ahora es comprender cómo las bacterias controlan la cristalización del NaCl para crear esas increíbles estructuras en 3D; y a la inversa, cómo la sal influye para que lo hagan, además de estudiar la estrategia de estos microorganismos para soportar la desecación”, señala Gómez
Fuente: agenciasinc