Ley de Educación Ambiental Integral
Luciana C. Lambertucci
Iniciativa que establece el derecho a la educación ambiental integral como política pública nacional
El pasado 3 de junio se promulgó la Ley No. 27.621 de Educación Ambiental Integral, la que, con el propósito general de promover la concienciación y responsabilidad ambiental, propone una modificación al sistema educativo formal, no formal e informal, así como también la incorporación del cuidado del medioambiente en los ámbitos de enseñanza pública y privada.
El Presidente de la Nación Argentina, en un acto oficial celebrado en Olivos con motivo de la puesta en marcha de esta Ley, expresó que “cada acto de desatención al ambiente es un poco más de daño que nos infringimos a nosotros mismos», afirmando que “el problema ambiental es un problema del presente, no un problema del futuro». Así entendida, la normativa tiene por objeto que las nuevas generaciones se conviertan en una masa crítica y resolutiva de las problemáticas ambientales actuales, cuestionando la realidad y al mismo tiempo generando alternativas de solución.
Entre sus ejes de acción, la Ley dispone el despliegue de una estrategia nacional y el desarrollo de estrategias jurisdiccionales de educación ambiental integral, como herramientas al alcance de todos los ámbitos de la educación, grupos etarios y sectores sociales, además de la profesionalización de los recursos humanos, la elaboración de materiales, la inclusión en la currícula de contenidos, la creación de un repositorio de experiencias, la realización de encuestas de percepción ambiental y la generación de consensos sociales básicos para establecer prioridades y acuerdos temáticos.
Se trata de una política pública de largo plazo para afrontar la emergencia ambiental, sin embargo, su implementación efectiva supone enfrentar diversos desafíos. El primero de ellos está asociado al financiamiento requerido para su ejecución, ya que el presupuesto general deberá destinar una partida específica para poder poner en práctica la Ley.
Por otro lado, para asegurar su éxito, será imperioso el trabajo coordinado entre todos los actores involucrados: Estado, instituciones educativas y organizaciones de la sociedad civil.
De no concretarse estas premisas, la propuesta quedará en la retórica del compromiso y dependerá sólo del entusiasmo de docentes apasionados por la protección de nuestro planeta.
Es destacable que la Ley Nacional de Educación Ambiental Integral instituya a la sostenibilidad como proyecto educativo, desde un abordaje holístico y transversal. Ahora bien, sin desmerecer este acierto, lo que no debemos perder de vista es a aquellas acciones tales como el avance sin pausa de la megaminería a cielo abierto, el uso indiscriminado de agrotóxicos, la exponencial producción de plásticos de un solo uso, la deforestación incontrolada, para las que generar conciencia ya no es suficiente.
Estas problemáticas ambientales requieren, por su complejidad y multicausalidad, de una urgente atención que no puede esperar a la transformación cultural de las futuras generaciones que nos propone la Ley.
Para consultar el texto completo de la Ley Nacional de Educación Ambiental Integral, podés ingresar aquí.
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