Lo que debes saber sobre la desalinización del agua de mar
En el mundo existen 15.906
plantas que eliminan la sal del agua marina para su consumo. Sin embargo, el
proceso consume mucha energía y la descarga de salmuera puede contribuir a la
formación de “zonas muertas” en el océano.
Por Roberto Andrés para Sustentartv
La crisis hídrica de las ciudades demanda alternativas
La creciente demanda de agua y
la disminución de los suministros están agravando la escasez de agua en la
mayoría de las regiones del mundo. En ese marco, se espera que recursos no
convencionales, como el agua desalinizada, desempeñen un papel clave en la
reducción de la brecha entre la demanda y el suministro de agua.
La desalinización implica
eliminar la sal del agua de mar y filtrarla para producir agua potable de
calidad. En el mundo existen 15.906 plantas de desalinización operativas
distribuidas en 177 países que producen alrededor de 95 millones de m3/día de
agua desalinizada para uso humano, de los cuales el 48 % se produce en la
región de Medio Oriente y África del Norte.
Varios países, entre ellos
Bahamas, Maldivas y Malta, satisfacen todas sus necesidades de agua mediante el
proceso de desalinización. Arabia Saudita (con 34 millones de habitantes)
obtiene aproximadamente el 50 % de su agua potable de la desalinización.
LA TOXICIDAD DE LA SALMUERA
Sin embargo, el proceso
consume mucha energía y los combustibles fósiles contribuyen al calentamiento
global. Si bien es posible alimentar las plantas de desalinización con fuentes
de energía bajas en carbono para reducir las emisiones, la descarga al océano del
concentrado hipersalino (denominado “salmuera”) es un problema más difícil de
resolver.
Por cada litro de agua potable
producido se generan alrededor de 1,5 litros de líquido contaminado con cloro y
cobre. Esta agua residual es dos veces más salina que el agua del océano. Si no
se diluye y dispersa puede formar una columna densa de salmuera tóxica
susceptible de degradar los ecosistemas costeros y marinos.
El aumento de la salinidad y
la temperatura puede provocar una disminución en el contenido de oxígeno
disuelto y contribuir a la formación de “zonas muertas”, donde muy pocos
animales marinos pueden vivir.
La eliminación de este
concentrado es costosa y está asociada a impactos ambientales negativos. Según
un estudio de 2018 del Instituto de Agua, Medio Ambiente y Salud de la Universidad
de las Naciones Unidas, titulado The state of desalination and brine production:
A global Outlook, la producción de salmuera ronda los 142 millones de m3/día.
En Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Qatar representa el 55 % de
la participación mundial.
EN BÚSQUEDA DE SOLUCIONES
Según Birguy Lamizana, experta
en aguas residuales del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA), “se están desarrollando nuevas tecnologías para abordar estos
problemas, pero mientras tanto es importante crear conciencia sobre las
repercusiones de la desalinización”.
Son necesarias estrategias
mejoradas de gestión de la salmuera para limitar los impactos ambientales
negativos y reducir el costo económico de la eliminación, estimulando así
nuevos desarrollos en las instalaciones de desalinización para salvaguardar el
suministro de agua para las generaciones actuales y futuras.
Según el estudio de la
Universidad de Naciones Unidas, “existen oportunidades económicas asociadas con
la salmuera, como la recuperación comercial de sal y metales, y el uso de
salmuera en los sistemas de producción de pescado y halófitas. Es necesario
traducir dicha investigación para convertir un problema ambiental en una
oportunidad económica”.
Esto es particularmente
importante en países que producen grandes volúmenes de salmuera con eficiencias
relativamente bajas, como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y
Qatar. Aunque se utilizan cantidades más pequeñas de agua desalada para los sectores
de energía y riego, el agua se desala principalmente para fines municipales e
industriales.
“El uso de agua desalinizada en la producción de cultivos y productos agrícolas de alto valor sería otra vía al considerar la expansión del agua desalinizada a otros sectores. Debido principalmente a los costos económicos relativamente altos, la desalinización se concentra actualmente en los países desarrollados y de altos ingresos”, afirman.
Te dejo una nota donde hablamos con Domingo es Doctor en Ciencias Químicas y tiene mas de 30 años de experiencia en el sector de aguas. Es el presidente de la asociación española de desalación y reutilización (AEDyR) y miembro del Board of Directors de la International Desalination Association (IDA). Actual director de innovación y proyectos estratégicos de la empresa Sacyr Agua, empresa que pertenece al grupo constructor español Sacyr (con grandes obras, como la ampliación del Canal de Panamá) y donde son una de las 10 empresas más grandes del mundo en desalación con proyectos en España, Chile, Israel, Australia, Oman, Argelia, entre otros.