Los bosques manglares de Sri Lanka serán protegidos
La totalidad de los bosques manglares de Sri Lanka serán protegidos, siendo la primera nación en hacerlo ya que es uno de los hábitats más amenzadados por los efectos negativos del cambio climático. Los manglares son humedades ricos en biodiversidad, que están sufriendo una depredación severa en todo el mundo. En Sri Lanka los manglares están asociados a 22 cuerpos de agua, conocidos a nivel local como lagunas. Si bien la superficie ocupada por los manglares en todo el país no supera las 12.000 hectáreas, la misma es de un gran valor dado que alberga especies y asociaciones vegetales muy poco comunes, en diferentes zonas climáticas. Además la pesca en estas lagunas constituye el medio de vida para más de 120.000 habitantes de la costa.
Los manglares tienen un alto valor ecológico y económico: sus raíces sumergidas proveen de refugio y alimento a una rica variedad de peces y mariscos de interés pesquero y comercial. Albergan áreas de anidaje para un número considerable de especies de aves residentes y migratorias, vulnerables o en peligro de extinción. Además, protegen las costas contra la erosión y las marejadas ocasionadas por los huracanes. Y secuestran carbono, por lo que cumplen una función esencial en las estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático.
Durante la década pasada, muchas de las lagunas y muchos de los estuarios de Sri Lanka sufrieron la rápida destrucción de su vegetación de manglar a manos de la acuicultura comercial. Como consecuencia de esta actividad los manglares se encuentran llenos de fango, los estuarios se han erosionado y los ecosistemas del manglar se han deteriorado.
Las comunidades pesqueras locales han reaccionado organizándose para enfrentar el problema. Así se formó la Federación de Pequeños Pescadores cuyo objetivo es movilizar a las comunidades de pescadores y a otras personas interesadas en conservar las lagunas y los ecosistemas de manglar, mediante adecuados programas de educación y estrategias prácticas de conservación.
El plan previsto por el gobierno de Sri Lanka dispone de un presupuesto de 3,4 millones de dólares para invertirlo en los próximos cinco años en la protección de 8.800 hectáreas de manglares, en la plantación de 3.900 ha de manglares destruidos, en desarrollar programas de formación para trabajadores y pescadores y en establecer un sistema de microcréditos para que éstos pongan en marcha actividades sostenibles.
