Cómo una empresa aprendió el lenguaje de la naturaleza para escribir su éxito

Cómo una empresa aprendió el lenguaje de la naturaleza para escribir su éxito

04/26/2025 0

En el corazón de las yungas jujeñas, donde la tierra parece quemarse bajo el sol del noroeste argentino, se escribe una de las historias más elocuentes entre producción y naturaleza. No es un relato de sacrificios económicos, sino de descubrimientos estratégicos. Ledesma, con sus 116 años de historia, pasó de ser una azucarera tradicional a convertirse en múltiples soluciones basadas en la naturaleza, demostrando que los ecosistemas sanos son el mejor aliado comercial que una empresa agroforestal puede tener.

El momento clave: cuando la conservación dejó de ser altruismo

Corría 1976 cuando la empresa tomó una decisión que marcaría su futuro: donó 76.000 hectáreas de selva para crear el Parque Nacional Calilegua. Lo que parecía un gesto ambientalista era en realidad un cálculo preciso.

 


«Esa selva nos provee el 50% del agua de riego, regula el clima local y alberga a los polinizadores de nuestros cultivos», explica Arturo Blanco Massani, jefe de Ambiente de Ledesma.


1918-1976: Los cimientos de una revolución silenciosa

El ingenio Ledesma comenzó como tantas otras empresas de principios del siglo XX: enfocada únicamente en producción. Pero algo cambió cuando sus ingenieros notaron que:

Las sequías afectaban cada vez más los rendimientos

La deforestación alteraba los ciclos hídricos

Los suelos perdían fertilidad año tras año

 


«En la década del 70 Ledesma entendió que necesitábamos conservar los servicios ambientales que presta la yunga a la producción. No hay futuro peleando contra la naturaleza que nos da de comer», revela Arturo Blanco Massani.

«Miguel Uribarri (primer jefe de Medio Ambiente) siempre decía: ‘O nos hacemos amigos del monte, o el monte nos echa'»


 

El punto de inflexión: La donación de 76.000 hectáreas para crear el Parque Nacional Calilegua (1976), un movimiento era estratégico que:

Garantizó agua limpia para riego
Estabilizó el microclima local
Protegió polinizadores clave para los cultivos

 

»En el año 2002 la UNESCO declara un área protegida de Yungas, como reserva de biósfera que son 1.350.000 hectáreas. Esa reserva de biósfera incluye el Parque Nacional Calilegua y el área protegida de Ledesma», comenta Blanco Massani y agrega »Es uno de los ambientes más importantes de la Argentina, porque la selva de Yungas y la selva misionera representan el 2% de la superficie del territorio argentino, pero contienen más de 50 de la biodiversidad de especies de flora, fauna y microorganismos

 

 

 

2000-2025: La naturaleza como departamento de Investigación y Desarrollo

1. Biofábrica a cielo abierto

 Ledesma desarrolló:

  • Corredores biológicos que permiten el paso de 250 especies (incluyendo el yaguareté)
  • Franjas florales estratégicas que atraen abejas nativas y murciélagos
  • Suelos vivos mediante rotación con leguminosas

 


Ledesma diseñó corredores biológicos que conectan sus campos con la selva.‘Ahí viven murciélagos y abejas que trabajan gratis para nosotros’, explica Blanco Massani. Un ejemplo tangible de cómo la biodiversidad se convierte en aliada productiva.


2. La magia de los residuos

Cada subproducto del proceso industrial encontró su lugar en un circuito virtuoso:

Residuo Transformación Beneficio comprobado
Bagazo de caña – Energía para la planta
– Papel Ledesma Nat
– 85% menos agua que papel tradicional
– Cero deforestación
Cenizas Biofertilizante enriquecido con sílice +30% retención de humedad en suelos
Efluentes líquidos Tratamiento en 4 etapas:
1. Separación mecánica
2. Digestión anaeróbica
3. Aireación forzada
4. Humedales artificiales
Agua con 20% menos sólidos que la fuente original
Licores residuales Conversión a biogás Alimenta el 15% de la operación

 

3. Adaptación climática inteligente

Frente a sequías más intensas:

  • Riego por goteo subterráneo
  • Variedades de caña resistentes desarrolladas en su propio vivero
  • Monitoreo satelital para detectar estrés hídrico temprano

 

Los números que hablan por sí solos

📈 12 toneladas de azúcar por hectárea (vs 6 ton en los 70)
💧 50% reducción del consumo hídrico gracias a la implementación de humedales artificiales y riego por goteo
🌱 100.000 hectáreas protegidas (más que su área cultivada)

35% de los ingresos viene de negocios verdes (papel ecológico, bioenergía)
85% menos de agua que la industria papelera tradicional
100% de residuos industriales reciclados o reutilizados

Lecciones para el próximo siglo

La biodiversidad no es un lujo: Es el mejor equipo de I+D que existe

Los residuos son recursos mal ubicados: Todo puede tener segundas, terceras y cuartas vidas

La adaptación climática paga: Cada peso invertido en resiliencia ahorra diez en pérdidas

 

Más que una empresa, un ecosistema

Lo que hace único el modelo agroindustrial regenerativo de Ledesma no son sus tecnologías, sino su capacidad de verse como parte de un todo, porque no hay futuro peleando contra la naturaleza que nos da de comer. Este principio, validado por 116 años de historia, demuestra que el éxito industrial no depende de dominar los ecosistemas, sino de integrarse a ellos. Desde sus humedales que depuran agua hasta sus corredores biológicos que albergan yaguaretés, Ledesma comprobó que la regeneración no es un costo, sino la única fórmula para seguir siendo relevante en un mundo de recursos finitos.

Matias Villegas
matiasvillegas
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