10 PRINCIPIOS para una Movilidad sustentable y segura
¿Seremos capaces de dejar progresivamente de lado el automóvil como uno de los medios principales de transporte en las ciudades y priorizar una movilidad más sustentable?
La actual pandemia COVID-19 y sus impactos representa una oportunidad para repensar el modelo de movilidad, ya que uno de los mayores desafíos de las ciudades radica en la necesidad de cambiar el modelo de movilidad actual a través de la gestión de la movilidad sustentable y segura.
10 principios para la movilidad sustetnable y segura
Por Lucas Galak, La Ciudad Posible, por la Semana de la Movilidad Sustentable
10 PRINCIPIOS PARA UNA MOVILIDAD SUSTENTABLE Y SEGURA. En esta infografía, se muestran 10 principios para tener en cuenta a la hora de abrodar su gestión en las ciudades.
Nuestras ciudades están cambiando y también lo hacen nuestros hábitos cotidianos. Entre las más importantes se encuentran los asociados a la movilidad. El crecimiento del uso del automóvil y la constante expansión han generado efectos negativos en los ámbitos urbanos y periurbanos como:
- La contaminación atmosférica,
- El excesivo consumo de energía,
- La contaminación acústica,
- La inseguridad vial
- Y la congestión de las vías de circulación, entre otros.
La coyuntura actual y sus impactos ofrecen una oportunidad para repensar el modelo de movilidad, impulsando una mirada integradora y crítica para planificar y gestionar la movilidad en las ciudades de forma sustentable.
Problemáticas del modelo de movilidad actual
El modelo actual de movilidad de la mayoría de las ciudades tiene una excesiva dependencia del automóvil y esto comporta importantes problemas sociales, ambientales y de salud. Además, este modelo restringe los posibles usos del espacio público, contribuyendo a convertir las calles sólo en vías de transporte, sin dejar espacio para las relaciones sociales y el ocio, lo que disminuye la calidad de vida.
Priorizar un modelo de movilidad centrado en el vehículo privado es excluyente respecto de otras alternativas más sustentables y seguras. Por priorizar el automóvil, se ha dejado de lado a gran parte de la ciudadanía, que lamentablemente no ha tenido hasta la fecha peso suficiente para cambiar la situación.
Cuando se analiza quién se ve perjudicado por el modelo de movilidad predominante se observa que hay una serie de colectivos sociales especialmente perjudicados: los niños, los ancianos, las mujeres, los inmigrantes y las personas con movilidad reducida, entre otros.
Pero los problemas derivados de una movilidad basada en el vehículo
privado no son exclusivos de determinados colectivos ciudadanos. Son
problemas que afectan a la totalidad de la población ya que condicionan
fuertemente el medio ambiente donde vivimos. Algunos de estos efectos
son: la ocupación del suelo, la congestión, la contaminación
atmosférica, el consumo de energía y las emisiones de CO2, la
contaminación acústica y los siniestros viales.
La movilidad sustentable y segura
La coyuntura actual genera desafíos y oportunidades en el marco de la gestión de la movilidad. La restricción del transporte público por motivos sanitarios implica la necesidad de absorción de una importante demanda de desplazamientos que puede volcarse mayoritariamente al transporte privado (automóviles y motos), lo cual es a todas luces, insostenible. En este sentido, es de vital importancia reforzar los modos activos (desplazamientos en bicicleta –mecánica y eléctrica- y peatonales), la micromovilidad y la movilidad eléctrica en detrimento de los modos motorizados a combustión, lo cual se revela como una oportunidad para nuestras ciudades, que pueden legitimar las intervenciones y el fomento de la movilidad sustentable y segura.
Desde esta nueva perspectiva, el objetivo es lograr una movilidad que reduzca al mínimo los efectos negativos sobre el entorno y la calidad de vida de las personas.
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Para entender mejor este concepto, se debería adoptar una visión global de la movilidad que tenga en cuenta los siguientes puntos:
- Priorizar los sistemas de transporte más sustentables, como desplazarse a pie o en bicicleta y el transporte público, sin renunciar a la complementariedad del transporte privado.
- Utilizar la intermodalidad para buscar la máxima eficiencia en el aprovechamiento de los recursos de transporte.
- Tener a la seguridad integral de las personas como valor fundamental.
- Minimizar el impacto sobre el medio ambiente.
- Minimizar el consumo de recursos energéticos y del suelo
Un nuevo orden de prioridades para la movilidad
Frente a la movilidad que favorece el uso del automóvil, la movilidad sustentable y segura se impone con un nuevo orden de prioridades a la hora de gestionar los diferentes modos de transporte. Este orden de prioridades se debe considerar como una orientación o visión hacia el futuro, que no nos debe hacer olvidar que el punto de partida es muy diferente. Es necesario, por lo tanto, partir de la realidad local para impulsar políticas de movilidad hacia un modelo donde:
- Como norma general los desplazamientos no motorizados (a pie y bicicleta) tienen prioridad sobre los desplazamientos motorizados en el interior de la ciudad.
- Entre los desplazamientos motorizados, el transporte público tiene prioridad sobre el transporte privada.
- Dentro del transporte privado, la distribución de mercaderías (o el transporte comercial o los desplazamientos comerciales), necesarios para mantener la actividad económica, tienen prioridad sobre el vehículo privado.
- Entre las diferentes posibilidades del vehículo privado, la motocicleta, por razones de espacio, tiene prioridad sobre el automóvil.
- El automóvil debe ser un modo de desplazamiento excepcional en el interior de la ciudad. Los desplazamientos habituales se deben hacer utilizando modos de desplazamiento alternativos: caminando, en bicicleta o en transporte público.
En este sentido, se trata de potenciar los desplazamientos a pie y en bicicleta, incrementar la calidad del transporte público, la mejora en la accesibilidad al trabajo y en la distribución de mercaderías utilizando modos sustentables y el uso racional y eficiente del automóvil y la motocicleta.