Planta piloto que descontamina y desinfecta el agua a través del uso de la radiación solar
En Chile se creo una planta piloto que descontamina y desinfecta el agua a través del uso de la radiación solar y fue instalada recientemente en el Campus Velásquez de la Universidad de Tarapacá, la cual forma parte del megaproyecto de investigación SERC Chile, en el que participa la UTA junto a otras seis universidades y la Fundación Chile.
Las seis líneas de investigación de SERC Chile son las siguientes: 1 “Energía solar en la industria/minería”; 2 “Sistemas eléctricos de alta potencia con penetración de energía solar”; 3 “Sistemas de coordinación de energía solar para las comunidades rurales y urbanas”; 4 “Almacenamiento de energía solar”; 5 “Tratamiento solar de agua”; y 6 “Aspectos económicos sociales y regulatorios para el desarrollo de la energía solar”.
La planta piloto de detoxificación solar de agua instalada en el campus Velásquez, de cuatro metros cuadrados y con esta tecnología se podra tratar aguas naturales, aguas industriales, con problemas de contaminación con antibióticos, con pesticidas, con colorantes, y se va a trabajar en todo lo que significa el tratamiento solar de agua, que es la línea de investigación en SERC Chile. Esto significa descontaminación de agua, desinfección de agua y el tratamiento solar en sí de agua, incluyendo la destilación solar de agua.
El ingeniero Martin Vincent, experto que participó en el proceso de instalación de la planta piloto requerida por la UTA, señaló que el Reactor Fotocatalítico Solar posee la capacidad de tratar sustancias muy tóxicas que estén diluidas en aguas de consumo o de riego. Como ejemplo, citó que en esta zona sería muy útil para tratar pesticidas que se utilizan en los cultivos agrícolas.
La tecnología de esta planta piloto funciona con la luz del sol, directamente; utiliza la ultravioleta solar y degrada la materia orgánica que está contenida en el agua. “Parece ser una tecnología muy extraña, muy difícil de entender, pero todos tenemos claro que el sol degrada la materia orgánica. Esta tecnología se utiliza cuando las sustancias tóxicas que van a un sistema convencional de depuración no son biodegradados por las bacterias. “Es decir, pasan de largo por esos sistemas convencionales, y las únicas tecnologías que lo pueden hacer son éstas o la utilización de ozono, que requiere mucha energía eléctrica; mientras que esta tecnología utiliza directamente la radiación solar”.