Producción y consumo responsable ¿qué significa?
¿Qué compramos? ¿Puedes responder de aquellos productos o servicios que adquieres?
¿Pones cuidado y atención a lo que consumes? ¿Tenemos en cuenta el envoltorio o nos da igual?
¿Qué es el consumo responsable?
El consumo responsable propone la adquisición de bienes y servicios de forma que atienda nuestras necesidades reales y tenga en cuenta el impacto social y ambiental de ese producto o servicio durante todo su ciclo de vida, desde su producción hasta su desecho.
Según el informe realizado por la FAO en la Argentina en 2016, ¨el fenómeno de las pérdidas y desperdicios alimenticios pueden alcanzar una magnitud cercana al 0.6% del PBI de Argentina y que sólo en el sector del consumo en los hogares y el comercio minorista los desperdicios podrían alcanzar un valor entre 1700 y 2200 millones de dólares anuales¨.
Actualmente, el crecimiento desmedido de la población mundial lleva a un consumo insostenible. Es por eso, que todos tenemos una responsabilidad y al mismo tiempo un poder en la elección, y así generar un cambio en los productos y servicios que nos ofrecen a diario.
Según la FAO ¨unos 1300 millones de toneladas de comida producida para el consumo humano, o un tercio del total, termina en vertederos. Sin embargo, una de cada nueve personas en el mundo sufre de hambre¨.
¿Sabía que el 45% de las frutas y vegetales que se cosechan en todo el mundo se desperdician? . La cantidad equivale a algo así como 3700 millones de manzanas. También se desperdicia el 30% de los cereales, o 763.000 millones de cajas de pasta, y de los 263 millones de toneladas de carne que se producen mundialmente cada año, se pierde el 20%, el equivalente a 75 millones de vacas.
Puedes aplicar 3 cosas :
-Eligí: materiales de acuerdo al uso, el plástico de un sólo uso no se recomienda en ninguna circunstancia. Hay materiales biodegradables, compostables o reutilizables. ( los materiales que más duran son los que mejores resultados generan ya que no se convierten en residuos )
– Consumo local: Trata de elegir los porductos de cercanía. Ahorraras energía y evitarás contamincación.
– Evitá: Productos de un sólo uso y productos «sobre embalados»
Objetivo 12: Producción y consumo responsable
Los ODS, (objetivos de desarrollo sostenible) son la planificación mundial para lograr un futuro sostenible. Se dividen en 17 puntos uno de ellos es el 12 consumo responsable
Para lograr crecimiento económico y desarrollo sostenible, es urgente reducir la huella ecológica mediante un cambio en los métodos de producción y consumo de bienes y recursos.
La agricultura es el principal consumidor de agua en el mundo y el riego representa hoy casi el 70% de toda el agua dulce disponible para el consumo humano.
La gestión eficiente de los recursos naturales compartidos y la forma en que se eliminan los desechos tóxicos y los contaminantes son vitales para lograr este objetivo. También es importante instar a las industrias, los negocios y los consumidores a reciclar y reducir los desechos, como asimismo apoyar a los países en desarrollo a avanzar hacia patrones sostenibles de consumo para 2030.
El consumo de una gran proporción de la población mundial sigue siendo insuficiente para satisfacer incluso sus necesidades básicas. En este contexto, es importante reducir a la mitad el desperdicio per cápita de alimentos en el mundo a nivel de comercio minorista y consumidores para crear cadenas de producción y suministro más eficientes. Esto puede aportar a la seguridad alimentaria y llevarnos hacia una economía que utilice los recursos de manera más eficiente.
La perfección…no existe
No trates de buscar «la perfección de tus actos», o alguna cosa similar.
Esto no es una competición a ver quién consume más ecológico, más responsable o más consciente.
Tampoco va de cumplir unas normas, imponernos unos hábitos por obligación o «sufrir por el bien de la humanidad y el planeta».
De lo que se trata es de ser consciente de nuestros hábitos de consumo para poder hacernos responsables (poder responder) de ellos.
Sólo tú sabes dónde está el límite en el que comprar algo más justo o más ecológico se te hace una carga pesada que no te hace más feliz.
En muchas ocasiones, y sobre todo al principio, comprar de forma responsable requiere un esfuerzo extra. Si para ti, a la hora de adquirir un producto o servicio, este esfuerzo es mayor que la motivación y la alegría de ser responsable de tu consumo, no lo hagas.
Comprar ecológico – consumo responsable. Salir de tu zona de confort siempre requiere un empujón extra, pero que ese empujón no venga de autoexigirte «ser más ecológico».
En cifras
Según el programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD):
- Cada año se desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos, mientras casi 2.000 millones de personas padecen hambre o desnutrición.
- El sector alimentario representa alrededor del 22% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, en gran medida debido a la conversión de bosques en tierras de cultivo.
- A nivel mundial, 2 mil millones de personas tienen sobrepeso u obesidad.
- Solo el 3% del agua del mundo es potable y los humanos la consumen más rápido de lo que la naturaleza demora en reponerla.
- Si todas las personas utilizaran bombillas de bajo consumo, el mundo ahorraría US$ 120 mil millones anuales.
Algunos ejemplos
Podemos contribuir modificando la forma en que consumimos, aportando de esta manera una solución necesaria, sobre todo en esos tiempos.
1.- Planifica tus compras
Si antes de ir a la compra haces una lista de lo que vas a necesitar no sólo ahorrarás dinero sino que evitarás comprar productos de más que finalmente puede que te caduquen en el fondo de la nevera o de la despensa.
2.- Fíjate en las etiquetas
No todos los productos contaminan lo mismo, ni en su producción ni en su uso. Esto es verdaderamente importante en el caso de artículos eléctricos y electrónicos. Fíjate en la etiqueta energética que los fabricantes y vendedores están obligados a mostrar. Si se trata de bombillas, compra LED.
3.- Apoyá el comercio justo
Es importante que a la hora de comprar tratemos de dirigirnos a empresas, que respeten el medio ambiente y los derechos humanos. Una manera de asegurarnos que es así es acudir a tiendas de comercio justo. Se llama también comercio ético o solidario.
4.- Compra productos locales
Es lo que se denomina comercio de proximidad. Todo producto que adquirimos, sea comida o cualquier otro tipo de objeto, tiene una huella ecológica calculable según parámetros como su proceso de producción, su transporte y distribución, o los residuos que genera tras su uso.
5.- Redescubre los mercados tradicionales
Volver al almacén de barrio, esto favorece la distribución de los ingresos más justamente, da oportunidad y evita que te traslades grandes distancias.
7.- Conoce los productos sostenibles
Sellos como la ecoetiqueta MSC para el pescado o el certificado FSC para productos forestales nos aseguran una compra sostenible. Infórmate en tus lugares habituales de compra si tienen disponibles productos garantizados. O mira la etiquetas …Aunque en muchos casos tambien es usar el sentido común viendo el empaque y la procedencia .
8.- Reutiliza y recicla
Es mejor que compres productos que no estén empaquetados para no generar residuos pero si no es posible trata de que sean envases que puedas volver a usar –como frascos de cristal, o envases que puedas utilizar a largo plazo – o al menos que sean fácilmente reciclables.
9.- Evita usar bolsas de plástico
Llévate las tuyas propias reutilizables desde casa. Date cuenta de que tardan alrededor de 55 años en descomponerse. Además, 13 millones de toneladas de plásticos acaban en los mares y océanos anualmente, entre ellos, bolsas de supermercado, según Greenpeace.
10.- Busca consumir menos combustibles fósiles
Por ejemplo, ir en transporte público o compartir el coche o care sharing . Así reducis la contaminación y el gasto de recursos fósiles del planeta.
En cuanto al agua, al , lavar las verduras sobre una palangana y usar ese agua posteriormente para regar o para la cisterna.
- METAS DEL OBJETIVO 12
- Aplicar el Marco Decenal de Programas sobre Modalidades de Consumo y Producción Sostenibles, con la participación de todos los países y bajo el liderazgo de los países desarrollados, teniendo en cuenta el grado de desarrollo y las capacidades de los países en desarrollo. Para 2030, lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales.
- Para 2030, reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per capita en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y distribución, incluidas las pérdidas posteriores a las cosechas.
- Para 2020, lograr la gestión ecológicamente racional de los productos químicos y de todos los desechos a lo largo de su ciclo de vida, de conformidad con los marcos internacionales convenidos, y reducir de manera significativa su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo a fin de reducir al mínimo sus efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente.
- Para 2030, disminuir de manera sustancial la generación de desechos mediante políticas de prevención, reducción, reciclaje y reutilización.
- Alentar a las empresas, en especial las grandes empresas y las empresas transnacionales, a que adopten prácticas sostenibles e incorporen información sobre la sostenibilidad en su ciclo de presentación de informes
- Promover prácticas de contratación pública que sean sostenibles, de conformidad con las políticas y prioridades nacionales.
- Para 2030, velar por que las personas de todo el mundo tengan información y conocimientos pertinentes para el desarrollo sostenible y los estilos de vida en armonía con la naturaleza
- Apoyar a los países en desarrollo en el fortalecimiento de su capacidad científica y tecnológica a fin de avanzar hacia modalidades de consumo y producción más sostenibles .
- Elaborar y aplicar instrumentos que permitan seguir de cerca los efectos en el desarrollo sostenible con miras a lograr un turismo sostenible que cree puestos de trabajo y promueva la cultura y los productos locales.
- Racionalizar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles que alientan el consumo antieconómico mediante la eliminación de las distorsiones del mercado, de acuerdo con las circunstancias nacionales, incluso mediante la reestructuración de los sistemas tributarios y la eliminación gradual de los subsidios perjudiciales, cuando existan, para que se ponga de manifiesto su impacto ambiental, teniendo plenamente en cuenta las necesidades y condiciones particulares de los países en desarrollo y reduciendo al mínimo los posibles efectos adversos en su desarrollo, de manera que se proteja a los pobres y las comunidades afectadas.