Conocé cómo el calor afecta nuestras neuronas
La luz solar es beneficiosa, no hay dudas: a más horas de sol, mayor producción de serotonina. También estimula la producción de vitamina D, que tiene múltiples beneficios para la salud.
no todo son alegrías
Hay un límite de calor a partir
del cual nuestro cerebro no funciona correctamente: los 40℃.
Es decir, gracias a nuestro hipotálamo -la región del
cerebro que regula la temperatura- somos capaces de mantener una temperatura
constante de unos 37 ℃, independientemente de la
temperatura ambiental.
Pero cuando nuestro cuerpo alcanza temperaturas por encima de los 40 ℃, el hipotálamo deja de funcionar correctamente y no controla nuestro sistema natural de enfriamiento, la transpiración (el sudor). Es entonces cuando podemos sufrir un golpe de calor.
cansados y apáticos
Como el hipotálamo tiene que trabajar en exceso para
mantener una temperatura corporal adecuada, deja en un segundo plano otras
funciones vitales como la atención, que se ve ralentizada. Estamos, por tanto,
más cansados y apáticos. Todo esto afecta a nuestro estado de ánimo, causando
irritabilidad y confusión.
En concreto, hay un tipo específico de neuronas especialmente sensible al daño: las células de Purkinje. Estas neuronas se encuentran en el cerebelo y son responsables de la función motora.
De ahí que uno de los síntomas característicos de un golpe
de calor sea la debilidad motora con afectación grave de la coordinación y el
equilibrio. Las altas temperaturas también hacen que descansemos peor.
En conclusión, protege tu cerebro del calor.
(Extracto de artículo escrito por José A. Morales García, profesor
e investigador científico en Neurociencia de la Universidad Complutense de
Madrid)