¿Qué son las fake news y cómo afectan la información ambiental?
Las “fake news” (noticias falsas) se popularizaron mundialmente en 2016, con la campaña presidencial de Donald Trump, cuando este y otros políticos comenzaron a catalogar de esta manera a varios artículos y medios con cuyas miradas no coincidían. Su tratamiento se hizo tan masivo que en 2017 el Diccionario de Oxford llegó a “galardonarla” como la palabra del año, a la vez que la consultora Gartner, en su estudio sobre predicciones estratégicas, afirmaba que “para 2022, la mayoría de las personas en economías desarrolladas consumirán más información falsa que información verdadera”.
Noticias Falsas
Es verdad que siempre hubo
noticias falsas: el famoso “pescado podrido” o las polémicas “operaciones
mediáticas”. Pero, con el desarrollo de internet y las redes sociales las
posibilidades de crear contenido online, y por lo tanto también de difundir
información falsa, alcanzaron niveles insospechados en velocidad y alcance. Una
investigación de 2018 del Instituto Tecnológico de Masachuset (MIT) sobre
noticias falsas determinó que entre 2016 y 2017 “la falsedad se difundió
significativamente más lejos, más rápido, más profundo y más ampliamente que la
verdad en todas las categorías de información”.
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Como consecuencia, no solo la
población comienza a tomar mayores decisiones en base a información errónea,
sino que, como contrapartida, crece la tendencia a desconfiar en los medios de
comunicación y a rechazar el valor de los argumentos informados, pues en un
mundo en el que priman las noticias falsas ya no importan los datos objetivos
sino solo el sesgo personal.
FAKE NEWS, DESINFORMACIÓN Y
MALAINFORMACIÓN
Los que estudian los
desórdenes de la información prefieren hablar de desinformación que de fake
news, pues este concepto no llega a explicar y definir la complejidad de este
fenómeno. Por su especificidad, las noticias falsas buscan parecerse a las
noticias tradicionales. Buscan tener un formato similar, una sintaxis parecida
y muchas veces emular el color y la estética de los medios de comunicación. Además,
a veces nos vamos a encontrar con información engañosa cuyo contenido es
producto de errores involuntarios. Este es el caso de la mala información o
“misinformation”.
En cambio, First Draft, una coalición que trabaja para generar conciencia en la era digital, define a la desinformación (“disinformation”) como toda información falsa, inexacta o engañosa que fue diseñada, presentada y promovida intencionalmente para causar daño público. Es decir, tiene que ver con la intencionalidad de la acción. Es decir, la desinformación excede las producciones periodísticas, ya que también la encontramos en mensajes de Whatsapp, en conversaciones por redes sociales, en audios, imágenes o videos manipulados y en memes.
LA TROMPETA DE LA
DESINFORMACIÓN
El esquema de la desinformación elaborado por First Draft tiene una forma de trompeta, porque la información falsa y maliciosa se origina en un pequeño grupo de interés y finaliza en los grandes medios de comunicación.
Estos pequeños grupos de interés pueden contar con un sitio web anónimo o hacer uso de cuentas anónimas. A su vez contaminan a determinadas colectividades agrupadas en un tema común de interés (redes cerradas o semicerradas), para luego pasar a grandes comunidades conspirativas y activas en redes sociales. Cuando estas comunidades instalan la información falsa y maliciosa en las redes sociales, como Facebook o Twitter, esta información es levantada por los grandes medios de comunicación, que la instalan como un hecho verdadero al conjunto de la opinión pública. Por esto último, es vital que cada sala de redacción esté entrenada en la detección de información falsa y maliciosa, exponga sus fuentes y verifique los datos antes de publicar.
7 TIPOS DE CONTENIDOS
PROBLEMÁTICOS EN LA ERA DIGITAL
First Draft clasifica los contenidos problemáticos en siete tipos, que incluye tanto mala información como desinformación:
- Sátira o parodia. Es un
contenido que probablemente no busque causar daño, pero lo hace y lleva a malas
interpretaciones.
- Contenido engañoso.
Esta información busca incriminar o perjudicar a alguien.
- Contenido impostor. Es
información que suplanta a las fuentes genuinas.
- Contexto falso. Es
información real pero que se encuentra asociada a un contexto que es falso. Es
la descontextualización de información verdadera.
- Conexiones falsas. El
contenido que se brinda en una información no hace referencia con los titulares
o con las imágenes que se muestran. Esto lo podemos ver con el clic bate, una
técnica que utiliza determinados elementos como anzuelos para captar la
atención del usuario y así este haga clic sobre este contenido.
- Contenido manipulado.
Es contenido pensado y diseñado para perjudicar o causar daño a alguien.
- Contenido fabricado. Es
un contenido nuevo, que se crea y está diseñado con la intención de generar
daño.
Ahora también están los deepfakes, una técnica mucho más desarrollada que utiliza inteligencia artificial para poder hacer modificaciones en los videos.
FAKE NEWS AMBIENTALES ANTES
Y DURANTE EL CORONAVIRUS
Antes de la pandemia, la desinformación ambiental giraba en torno al cambio climático, los incendios en el Amazonas y la figura de Greta Thunberg. Pero con el covid-19 se generaron múltiples fake news relacionadas con el ambiente: noticias sobre cómo los animales estaban invadiendo las ciudades, sobre cómo el coronavirus le hacía bien al planeta y que el covid-19 es una venganza de la naturaleza, por no hablar de la “infodemia”, la pandemia de desinformación como campaña contra las vacunas y las medidas sanitarias.
LA CRISIS CLIMÁTICA NO ES
UNA FARSA, SINO UNA REALIDAD
Durante su presidencia en
Estados Unidos, Donald Trump fue el campeón de la desinformación sobre crisis
climática. No solo por los falsos argumentos, sino porque al ser el presidente
de la principal potencia mundial sus dichos tenían un alcance masivo, lo que
generaba confusión y descreimiento en la evidencia científica que desde hace
años está disponible. Estos son dos tuits clásicos de Trump. En uno
responsabiliza a los chinos por crear la “farsa del cambio climático” en beneficio
propio, para mejorar su competitividad comercial contra Estados Unidos. En el otro
dice que la ola polar en Texas y Luisiana, dos calurosos estados sureños,
contradice el calentamiento global.
GRETA THUNBERG NO ES LA
NIETA DE GEORGE SOROS
En 2020 el medio francés Secret News publicó que la joven activista climática Greta Thunberg era la nieta de George Soros, magnate de las finanzas. Para eso manipuló una foto que originalmente se había sacado Greta con Al Gore, expresidente de Estados Unidos, reconocido por su activismo climático.
Poco después, Eduardo Bolsonaro,
hijo del presidente de Brasil Jail Bolsonaro (negacionista climático como Donald Trump),
difundió en Twitter imágenes manipuladas y artículos falsos en donde apuntaba
contra Greta acusándola de estar financiada por George Soros y que comía como
millonaria en un tren mientras la miraban por la ventana niños africanos. La
foto de Greta en el tren es originalmente tomada en Dinamarca. La foto de los
niños africanos fue tomada por la periodista Stephanie Hancock para Reuters en
agosto de 2007.
LOS ANIMALES NO ESTÁN
INVADIENDO LAS CIUDADES EN PANDEMIA
Un coyote con el Golden Gate
de San Francisco, delfines o cisnes en Venecia, jabalíes en Barcelona, pavos
reales en Madrid. Aquí la desinformación se expresa de dos maneras: algunas
imágenes, como la del coyote, es manipulada; otras imágenes estaban
descontextualizadas, porque o bien eran imágenes reales, pero de otro tiempo, o
retrataban animales que en realidad siempre estuvieron allí, pero nunca les
prestamos atención.
RUSIA NO USÓ LEONES PARA
IMPONER EL CONFINAMIENTO
En marzo de 2020 una
publicación de Instagram declaró que Rusia liberó a más de 500 leones en sus
calles para garantizar que las personas permanezcan en el interior de sus casas
durante el brote de coronavirus. La particularidad de la imagen residía en que
su formato era de un típico Breaking News, lo que le daba un aspecto de credibilidad.
Sin embargo, si bien la imagen de fondo (sin gráficos) era verdadera, en
realidad correspondía a 2016, cuando en la ciudad de Johannesburgo, Sudáfrica,
se liberó a un león durante la filmación de una película, como indicó Daily
Mail.
NO ERA CIERTO QUE EL 40 %
DEL HOSPITAL ITALIANO DE BUENOS AIRES TUVIESE CORONAVIRUS
En abril de 2020 el canal de
noticias por cable Todo Noticias (TN) publicó que el 40 % del personal del
Hospital Italiano de Buenos Aires tenía coronavirus. Este hospital tiene más de
10 mil empleados, por lo que los supuestos contagiados serían unos 4 mil
empleados. Sin embargo, la institución debió desmentir esta noticia, ya que los
trabajadores enfermos en ese momento serían no más de 19, es decir, el 0,019 %
del total, y no el 40 % que dijo TN. La malainformación se originó en una mala interpretación
del testimonio de un delegado del hospital, quien en diálogo con TN hizo
alusión a un 40 % de infectados entre los trabajadores de la salud, pero del
país, no del hospital. Tanto el sitio Chequeado, como la plataforma de
verificación de datos Confiar de Télam salieron al cruce contra la
desinformación.