Reciclar, una imposición de nuestra desidia.
Nos estamos convirtiendo en esclavos de nuestra basura, y esto afecta también a quienes no tienen recursos, barrer bajo la alfombra ya no alcanza. Pero la basura alcanza a los más vulnerables.
Lentamente la civilización los va empujando a las tierras más pobre, a los rincones desalojados, desalojados y sin recursos.
Varias tribus en distintos lugares del mundo se han adaptado a los cambios que les obligaron a vivir.
Uno de estos cambios son los residuos que usan para hacerse adornos para el cuerpo y hasta pelucas, ellos se llaman Daasanach, vivían principalmente de la agricultura por inundación. Pero ahora recojen residuos que les permiten vivir, como las botellas de plástico, y dan rienda suelta a la creatividad elaborando con las tapas de cerveza y otros residuos metálicos e incluso de plástico hermosas pelucas que lucen muy contentas.
El fotógrafo Eric Lafforgue hizo una nota en su blog sobre estas mujeres y niños de la tribu Daasanach con sus ornamentos metálicos procedentes del reciclaje de chapas. Para unir las chapas y sostenerlas, se crea un sistema de cordeles y nudos, una asombrosa adaptación, que muestra una vez más que de algo que algunos no hacen bien, otros sacan cosas muy creativas.
Aveces se torna complicado y si el derroche de unos pocos, lo terminan pagando muchos!!
Los Himba son un grupo étnico bantú, pastores nómadas que viven principalmente en Namibia pero también en el sur de Angola y cruzan las fronteras sin ningún tipo de documentos. En Angola la mayoría de ellos viven en zonas remotas lejos de las ciudades y la civilización, mientras que en Namibia los que se asentaron en el norte de la ciudad de Opuwo están en contacto con el mundo moderno.(Eric Lafforgue)

Los Indígenas de las islas Trobriand (también llamadas Islas Kiriwina), en la costa oriental de Papua Nueva Guinea. Tambien están afectados por los residuos que le llegan de la ¨civilización¨ entre otras cosas, partes pulidas de cinta métrica metálica como adorno en su hombro y collares.
Una casi dolorosa adaptación casi resignada, absorbiendo los desechos de una cultura que le deja las sobras. Reciclar es una forma de vivir para ellos y debería serlo para todos nosotros.
FOTOS: Eric Lafforgue
Redacción Alejandra Gonçalves Mendes