Redescubrir los tintes naturales

Redescubrir los tintes naturales

08/14/2018 0

Algunas plantas y algunos insectos son utilizados históricamente para aprovechar sus colores. Te contamos algunos de sus usos y beneficios, y la experiencia de una diseñadora argentina, autora de libros que revalorizan los tintes naturales.

Los tintes naturales

Seguramente te ha pasado: tocar y cortar plantas que dejan manchas de colores en tus manos…y lo mismo ocurre con minerales y animales.

Es que los tintes naturales son pigmentos orgánicos de origen mineral, vegetal y animal. Muchos tintes se obtienen de plantas que vemos a diario en las calles, en los jardines, en los árboles. Por ejemplo, nogales, ciruelos, castaños o eucaliptos. También cáscaras de cebolla. En el caso de los animales, se emplean insectos, como la cochinilla, un parásito de las tunas. Se trata de un parásito que no daña la planta y se cultiva a propósito, se infecta la tuna y luego de un período de tres meses se cosecha para usarla en teñido, en cosmética o en alimentos.Son ecológicos y sostenibles. No contienen componentes químicos perjudiciales para la salud ni el ambiente. La idea de ocupar tintes naturales va de la mano con hacer una labor lo más ecológica posible, sin verter líquidos contaminantes o crear vapores tóxicos. Es un camino valorado, sobre todo en países desarrollados” señala revistamujer.cl.

Aplicando el fijador correcto, en la proporción exacta, se genera una unión química que hace que colorante y fibra no se separen, ofreciendo gran durabilidad.

Por sus características químicas se pueden teñir fibras naturales diversas. Son adecuadas para eso el algodón, yute, lino, bambú, cáñamo, lana, seda, alpaca, vicuña y guanaco. También permiten teñir viscosa (celulósica) y poliamida (nylon).

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Investigar, descubrir y contar sobre teñidos

Una diseñadora industrial argentina investigó y encontró en los pigmentos naturales información valiosa que la llevó a escribir algunos libros. Luciana Marrone es de Necochea, ciudad costera en la provincia de Buenos Aires. A través de una nota publicada en revistamujer.cl, relata cómo descubrió en la naturaleza de su casa la oportunidad de informar sobre los colores.

Se manchó las manos tocando diversas plantas. Indagó sobre el tema. Buscó bibliografía sin encontrar demasiada. Al principio comencé la investigación a partir de desechos, por ejemplo, cuando podaban los árboles salía a recolectar lo que estaba tirado en la calle. Después probé con muchísimas plantas que están al alcance de las manos y que dan un montón de colores; investigué cerca de 300, de las que unas 60 o 70 resultaron satisfactorias. Descubrí especies de las que no había bibliografía. Acá, la que existía era del sur, de los mapuches, o del norte, de la parte de las comunidades indígenas, pero no de plantas que se pudieran encontrar en la ciudad. Entonces mi investigación estuvo enfocada a eso”, relata.

Cuando comenzó la investigación hace más de trece años, buscó ayuda en las pocas personas que en Argentina sabían de tintes naturales. Sucedía que nadie quería compartir su información. “Era como un secreto que se guardaban para ellos y me acuerdo que yo me enojaba, me preguntaba ¿de qué les sirve?, si no lo comparten va a quedar ahí”, afirma Luciana. Y se prometió a sí misma publicar un libro y enseñar para transmitir la información…

Más de un libro y talleres sobre tintes orgánicos

A medida que fue logrando resultados con sus investigaciones, la diseñadora argentina tuvo la oportunidad de trasladarse a otro lugar. Se instaló en Buenos Aires y en la actualidad tiene su propio taller.

Además de plasmar su información en distintos libros, Luciana también organiza talleres sobre el tema. Ha visitado ciudades de Argentina, Chile, Brasil, Uruguay, Ecuador, Malasia e Italia.

Enseña nuevas técnicas y colorantes específicos. Son los llamados madder-logwood-weld y teñido medium-print, fórmula que combina el eco-print y técnicas de teñido con elementos ácidos. Incorpora ambos procesos en un mismo diseño, apto para seda o fieltro. La invitación de Luciana es a atreverse a teñir y conocer el poder de los recursos naturales.En Chile, donde existe muchísimo interés sobre este tema, dicta talleres periódicos en la ciudad de Santiago con buena convocatoria. Alumnas, artesanas o docentes, trabajan aprendiendo técnicas o haciendo sus propios productos.Cuenta su experiencia cuando viajó a ese país.

Fui a dar clases cerca de Valdivia y en el norte estuve con aimaras. Me llevaron para perfeccionar sus técnicas. Lo que les pasaba en el norte era que lo que exportaban a Europa era devuelto porque encontraban pequeñas manchitas. Entonces me invitaron para que los artesanos aprendieran a teñir sin que se dañaran las piezas, que lo hicieran de una manera más profesional, que su artesanía tuviera un valor adicional”.

Eco-print

El eco-print es una de las técnicas que enseña Luciana. Se aplica la forma de la hoja por un método de cocción a vapor, se enrollan la tela y la hoja, y luego se sumerge en un soporte metálico. Generalmente, se ‘cocina’ durante dos horas y cuando se abre se estampa el pigmento de la hoja y también su forma. “Es una técnica de moda y la hago sobre algodón, seda, fieltro, también en telar”, explica.

Mundolanar.com sostiene que esta novedosa técnica invita a expresarse mientras se conecta con la naturaleza. Permite realizar estampados botánicos para crear diseños textiles de inspiración natural con unas texturas absolutamente orgánicas. La técnica se puede realizar con materias tintóreas procesadas (secas y troceadas). Pero lo atractivo del Eco-print es salir a recolectar flores, hojas, etc., para poder plasmar sobre la tela no colores, siluetas, texturas y “volumen o relieve”. Ciertos estampados parecen salirse literalmente de la tela.

 Historia de los tintes naturales

El sitio mundotextilmaq.com.ar nos permite conocer que la historia de los colorantes naturales, se remonta al año 4.000 a.C. en Babilonia, donde teñían las ropas de lana. “Incluso, anterior al año 3.000 a.C. se registran trabajos de tinturas naturales en China con Rubica Tinctoria, de la cual se extrae el colorante rojo. Para el 2.500 a.C. la India ya domina la tintorería y el estampado, y se encontraron ropas en Egipto, teñidas con Indigofera Tinctoria, planta que produce el colorante azul. Por el año 2.000 a.C. alquimistas egipcios ya combinaban sales metálicas para usarlos como fijadores, a fin de tornar sus colores más permanentes. En Perú, la civilización Chavin, que dio origen al pueblo Inca, ya utilizaba alpacas, llamas y vicuñas y tenían un vasto conocimiento sobre el uso de colorantes naturales”.

El escritor Giaventura Rosetti, de Venecia, publicó en 1548, el primer libro completo de colorantes naturales. Se trata de “Selección de Técnicas del Arte de los Tintoreros”. Demuestra que las sales de metales influyen en la estabilidad del color y en su tonalidad. Menciona el empleo de vinagre, de orina y de jabón y comprueba distintos grados de permanencia del color.

En 1856 el químico inglés Sir Willam Perkin, descubrió el primer colorante sintético. La malveína se obtuvo por oxidación de la anilina con bicromato de potasio. Los tintes naturales dejaron de usarse junto con la revolución industrial y la búsqueda de materiales sintéticos más económicos y de rápida producción.

Ya en 1900 los colorantes sintéticos dominaron el mercado de la industria textil. Desde entonces teñimos con colorantes sintéticos pero, algunos sectores de la industria están pensando en fabricar en forma sostenible. Buscando ser más conscientes por la salud y por el impacto ambiental se intenta redescubrir los tintes naturales.

Roberto Andres
roberto