Reposición de nutrientes y rotaciones para una agricultura sustentable

Reposición de nutrientes y rotaciones para una agricultura sustentable

01/21/2015 0

Reposición de nutrientes y rotaciones para una agricultura sustentable. Las estimaciones acerca de la aplicación de fertilizantes y extracción de nutrientes en grano por parte de los cuatro cultivos principales (maíz, trigo, soja y girasol) indican que los balances de nutrientes continúan siendo negativos. Con cada cosecha se extraen nutrientes esenciales para los cultivos que no son repuestos en su totalidad, lo cual determina que la fertilidad de los suelos se vaya empobreciendo paulatinamente.

En la campaña 2010/11 se extrajeron 3,93 millones de toneladas de nitrógeno, fósforo, potasio y calcio, mientras que la reposición fue de 1,36 millones de toneladas, lo cual representa un 34,6% de reposición. En términos económicos, la exportación neta de nutrientes en grano fue de 2,57 millones de toneladas, lo cual equivale a una cifra estimada en 3.630 millones de dólares (Cruzate y Casas, 2012). Las mayores tasas de extracción por hectárea se registran en el norte de la provincia de Buenos Aires, sur de Santa Fe y sudeste de Córdoba, con valores superiores a los 100 kilogramos de nitrógeno, 20 kilogramos de fósforo, 50 kilogramos de potasio, 10 kilogramos de azufre y 8 kilogramos de calcio.

La situación descripta señala la existencia de sistemas productivos extensivos que no son sustentables situación que, de no modificarse, limitará el crecimiento de la producción agrícola nacional, afectando negativamente los niveles de fertilidad e incrementando los procesos de degradación de suelos.

Ello se ha visto agravado por el continuo incremento de la superficie destinada al cultivo de soja experimentado en los últimos años, en detrimento de la rotación de cultivos con inclusión de gramíneas como el trigo, maíz y sorgo. El cultivo de soja genera un balance negativo del nitrógeno del suelo, ya que la fijación biológica desde la atmosfera no alcanza a compensar la cantidad de nutriente extraído del suelo. Por el contrario, la inclusión de gramíneas en la rotación, aumenta la cantidad de raíces en el suelo, de rastrojos de mayor perdurabilidad sobre la superficie (mayor relación carbono/ nitrógeno), lo que se traduce en una disminución de los procesos erosivos, en el mejoramiento de la estructura y del balance de carbono y en una mayor eficiencia en el uso del agua.

La fertilización balanceada junto a la rotación de cultivos constituyen la base de una producción sustentable.

El diagnóstico de fertilidad se debe basar en la demanda nutricional del cultivo y en la oferta del suelo, para la cual el análisis de suelo, la evaluación de su condición de “salud” y las Mejores Prácticas de Manejo (MPM) constituyen herramientas indispensables para planteos agrícolas sustentables. La fertilización balanceada, la rotación de cultivos, los cultivos de cobertura, la siembra directa, el manejo integrado de plagas y enfermedades y la agricultura por ambientes contribuyen significativamente a aumentar la productividad, preservando y mejorando la calidad del recurso suelo, base sobre la cual se sustenta la economía nacional.

Fuente: INTA

Alejandra Gonçalves Mendes
alejandra