No se importará más heladeras de segunda mano a Ghana

No se importará más heladeras de segunda mano a Ghana

01/23/2013 0

 Desde el pasado 1 de enero está prohibido importar heladeras y congeladores de segunda mano en África Occidental (Ghana). Se trata del primer paso legal que trata de frenar la oleada de chatarra electrónica procedente en su mayor parte de Europa, que contamina este país y amenaza la salud humana de sus habitantes. De momento la ley hace referencia únicamente a heladeras  y congeladores y deja fuera de control el resto de electrodomésticos, pero es un primer paso muy importante.

A partir de ahora los heladerass deberán quedarse y reciclarse en los países de origen, no podrán ir a Ghana como material de segunda mano. Ghana recibe hasta un millón de toneladas de basura electrónica cada año, de la que niños y adultos tratan de extraer sin ningún cuidado, ni control metales pesados con los que ganarse la vida. “Todos estos aparatos entran en el país etiquetados como de ‘segunda mano’, pero en realidad son chatarra y la mayoría no funcionan”, asegura James Fugar de Medioambiente del Puerto de Tema (Ghana) en el reportaje «Ciberbasura sin fronteras» En el caso de Ghana, el 30% de los aparatos eléctricos y electrónicos que entró en el país en 2009 no funcionaba, convirtiéndose en unas 40.000 toneladas de residuos en 2010.

De todos los aparatos eléctricos de segunda mano que llegan a Ghana, los más demandados por los habitantes eran, hasta ahora, las heladeras. Por las calles existen infinidad de mercadillos que venden todo tipo de productos, pero proliferan fundamentalmente heladeras y congeladores que son imprescindibles en un pais tropical con temperatura veraniega todo el año. Un heladeranuevo cuesta alrededor de 600 € y uno de segunda mano unos 100€. Sin embargo, las autoridades ya han dicho que no entrarán más de esta segunda categoría.

Esta prohibición que se esperaba desde al año 2008 es una medida que resulta clave para empezar a reducir la oleada de chatarra, ya que los gases contaminantes y presentes en los circuitos de refrigeración y las espumas aislantes de frigoríficos y congeladores afectan al medio ambiente terrestre y acuático. Sin contar con que muchos de estos residuos eléctricos y electrónicos, una vez se han extraído los metales de interés, se queman sin ninguna medida de seguridad y son sustancias que pueden causar daño cerebral, reacciones alérgicas y cáncer, según el estudio “Perspectivas globales de e-waste”.

Solo en la UE se produjeron 9,7 millones de toneladas en 2009 y se estima que para el 2020 los residuos eléctricos y electrónicos alcancen los 12,3 millones de toneladas

Fuente: iresiduo.com

Alejandra Gonçalves Mendes
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