Según la FAO, la producción de frutas y hortalizas es sostenible a pequeña escala
Según una nueva publicación de
la Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas, las
frutas y verduras “pueden generar ingresos significativamente más altos a
partir de pequeñas unidades de tierra, poca agua y nutrientes”. Sin embargo,
dado que esta producción es fundamentalmente diferente a la de los cultivos básicos,
“su producción sostenible y gestión posterior a la cosecha requieren conocimientos
y mano de obra intensivos, y requieren insumos de alta calidad, como semillas y
tecnologías o prácticas para para gestionar adecuadamente el agua, los
nutrientes, el suelo, las plagas y enfermedades y para gestionar la perecebilidad
del producto antes de llegar al mercado”.
PARA LAS OPORTUNIDADES Y LOS DESAFÍOS NO HAY RECETAS MÁGICAS
Por esta razón, y junto al Agricultural Research Centre for International Development (CIRAD), este 2022 la FAO ha publicado Fruit and Vegetables: Opportunities and challenges for small-scale sustainable farming, como continuidad de una serie de publicaciones lanzadas en 2011 cuyo enfoque brega por el bienestar económico, la protección de los recursos naturales y la alimentación mundial, pero que esta vez hace especial énfasis en una descripción general de los desafíos y las oportunidades para los pequeños agricultores al iniciar o expandir la producción de frutas y hortalizas o al integrar estos cultivos en su sistema de producción.
“Muchas de las prácticas y principios para la producción sostenible de cultivos básicos para generar ingresos, proteger el ambiente y asegurar la equidad social, también son apropiados para la producción de frutas y hortalizas”,
asegura la FAO en su publicación.
“De manera similar, muchos de los agricultores y sus hogares se enfrentan a
altos niveles de pobreza e inseguridad alimentaria y nutricional y son
particularmente vulnerables a los impactos de los desastres y el cambio
climático, la creciente escasez de agua, las plagas y enfermedades, la pérdida
de la fertilidad del suelo y escasez de tierras productivas (debido a métodos
de producción no sostenibles)”.
La gran diversidad de especies de cultivos de frutas y hortalizas y sus variedades disponibles ofrecen numerosas oportunidades para que los pequeños agricultores produzcan cultivos altamente nutritivos y de alto valor en su entorno. Sin embargo, no es realista preparar una “guía del usuario” que pueda ser útil para todos los sistemas de producción de frutas y hortalizas a pequeña escala. Según la FAO, “el camino más apropiado disponible para los pequeños agricultores estará determinado por el tipo de cultivo, la variedad, el sistema de cultivo, las condiciones ambientales, las capacidades locales, la accesibilidad a los mercados o la proximidad de estos y otros desafíos”.
SE NECESITAN MÁS FRUTAS Y VERDURAS EN EL MUNDO
Hoy en el mundo hay 690 millones de personas desnutridas, 750 millones que sufren inseguridad alimentaria, 2 mil millones que carecen de acceso a alimentos seguros y nutritivos y 3 mil millones que no pueden pagar una dieta saludable. Según el estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI) 2020, la carga de la malnutrición en todas sus formas plantea un desafío importante para quienes la padecen. Estimaciones de 2019, aseguran que el 21,3 % (144 millones) de los niños del mundo menores de 5 años tenían retraso del crecimiento, el 6,9 % (47 millones) tenía emaciación, una forma de malnutrición potencialmente mortal que provoca una delgadez y debilidad extremas en los niños, y el 5,6 % (38 millones) tenía sobrepeso.
Las dietas en los países de bajos ingresos se basan más en alimentos básicos y menos en frutas, verduras y proteínas animales que en los países de altos ingresos. La recomendación de la FAO y la OMS de un mínimo de 400 g de frutas y verduras por persona por día solo se cumple en partes de Asia y en países de ingresos medianos altos donde hay suficiente fruta y verdura disponibles para el consumo humano.