Un freno para el buceo: el calentamiento y la acidificación

Un freno para el buceo: el calentamiento y la acidificación

11/03/2015 0

El calentamiento del mar y la acidificación de los océanos podrían convertir zonas mediterráneas únicas por su biodiversidad de especies y hábitats en entornos cada vez menos atractivos para quienes realizan actividades recreativas.

Un ejemplo significativo es el posible impacto de estas presiones ambientales en zonas de buceo caracterizadas por fondos de coralígeno y especies endémicas como las gorgonias, entre las que se incluye el emblemático coral rojo.

Así se desprende de un estudio realizado por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB), en España, que determina que, además del importante coste ambiental que ocasiona, el aumento sin precedentes del dióxido de carbono provocado por la acción humana desde la Revolución Industrial podría tener también un coste económico para aquellos sectores que viven del mar.

El estudio se llevó a cabo en el Área Marina Protegida de las Islas Medes (Cataluña) situada en la parte noroccidental del Mediterráneo, unas de las zonas marinas más visitadas del Mediterráneo para la práctica del buceo por su gran biodiversidad, complejidad geomorfológica y la presencia de varias especies emblemáticas como el coral rojo, el mero o el águila marina.

Para evaluar las pérdidas potenciales asociadas a diversos escenarios de calentamiento y acidificación, los científicos desarrollaron un método de valoración ambiental designado por “experimento de elección”, con el que se obtuvo y se analizó las preferencias de una muestra de 390 buceadores sobre distintas experiencias de buceo.

Acidificación de los océanos

La investigación, publicada en Environmental and Resource Economics, evaluó aquellos atributos que podrían influir en los niveles de satisfacción de los buceadores, tales como la complejidad geomorfológica del fondo marino, el potencial deterioro de gorgonias (coral rojo, gorgonia roja y gorgonia blanca) y una mayor presencia de especies de medusas, así como el número de buceadores en cada inmersión y el precio de la actividad.

Los resultados demuestran «una posible disminución en el atractivo de las zonas coralígenas para la práctica del buceo, debido al calentamiento del mar y la acidificación y sus consecuencias en la disminución de las poblaciones de gorgonias», señalan Luís Campos Rodrigues, Jeroen van den Bergh y Sergio Rossi, del ICTA-UAB, líderes del trabajo.

Los autores cuantificaron que una posible disminución del 50% de esta comunidad marina comportaría pérdidas económicas en términos de bienestar de los buceadores del orden de 17 euros por inmersión, mientras que en un escenario más extremo –es decir, de extinción local de las especies en el futuro– se produciría una pérdida aproximada de 60 euros por inmersión. La mayor presencia de medusas urticantes también fue valorada como un efecto negativo en el bienestar de los buceadores, con una pérdida de 26 euros por inmersión.

El estudio estimó igualmente las tasas de rechazo a realizar inmersiones entre los buceadores en diferentes escenarios. Frente a supuestas tasas de disminución de la población de gorgonias del 50% y del 100%, los índices de rechazo alcanzaban el 16% y el 27,6% respectivamente.

Los costes económicos descritos están asociados a una reducción del bienestar de los buceadores. Sin embargo, también podrán derivar en pérdidas de ingresos de los agentes turísticos, en la reducción de la financiación de áreas protegidas con base en las tasas cobradas a la actividad de buceo, así como de ingresos y empleos indirectos en la economía local.

Los investigadores consideran además que los efectos económicos podrán ser mayores si se tienen en cuenta los efectos del calentamiento global y la acidificación oceánica en otras especies del hábitat coralígeno, como las algas calcificantes y los corales pétreos así como en todo el ecosistema marino asociado.

(Fuente: UAB)

Sabrina Pin
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