Dejar atrás la ciudad: cuando el éxito se reinventa en el campo

Dejar atrás la ciudad: cuando el éxito se reinventa en el campo

09/09/2025 0

¿Alguna vez ya pensaste en dejar atrás la ciudad, con todo su ruido y promesas de éxito, para empezar de cero en el campo? Andrea y Mailén no lo planearon, pero la pandemia las empujó a tomar esa decisión. Y lo que parecía un retroceso terminó siendo el inicio de una vida más libre. Una vida más conectada con la naturaleza y mucho más coherente con lo que realmente necesitaban.

En Santiago tenían lo que cualquiera llamaría éxito: casa propia, auto, buenos trabajos y a los niños en colegios privados. Pero algo faltaba. La rutina las devoraba. Veían a sus hijos apenas unos minutos al día y la velocidad de la ciudad los estaba enfermando.

Cuando el cambio es inevitable para dejar atrás la ciudad

La pandemia hizo evidente lo que ya sentían: ese estilo de vida no las estaba llevando a ningún lado. Así que tuvieron que dejar atrás la ciudad. Pero mudarse al campo fue duro. Al principio sintieron que habían perdido comodidad y estabilidad. Sin embargo, pronto descubrieron otra riqueza: tiempo con la familia, almuerzos compartidos todos los días y un ritmo que respetaba los ciclos naturales.

Eso sí, no todo fue romántico. Adaptarse significó aprender a cocinar de otra forma, producir parte de su comida, lidiar con la falta de agua en verano y entender que el consumismo no llenaba ningún vacío. Pero de esos desafíos nació un proyecto que hoy inspira a miles: Crea en tu Terreno, un proyecto sustentable único.

.Tecnología natural para una vida sustentable

La experiencia en el campo no solo fue un cambio de paisaje, también una oportunidad para repensar la forma en que usamos los recursos. Ahí descubrieron soluciones que mezclan saberes ancestrales y tecnologías modernas.

  • El pelo humano en la huerta: lo que normalmente termina en la basura puede retener agua, aportar nitrógeno al suelo y servir de refugio para aves. Una forma simple y sorprendente de reciclar nutrientes.
  • Pozo canadiense: un sistema de tubos enterrados a 2 o 3 metros que estabiliza la temperatura dentro de la casa. Funciona como aire acondicionado natural en verano y calefacción pasiva en invierno, ahorrando energía y dinero.
  • Estufas de masa térmica: aunque la inversión inicial es mayor, permiten calentar de forma eficiente y constante, sin depender de sistemas eléctricos costosos.
  • Biofiltro TOA: un invento chileno que utiliza lombrices y luz ultravioleta para tratar aguas residuales. El resultado: agua reutilizable para riego y humus fértil. Un sistema que transforma desechos en recursos y evita contaminar napas freáticas.

Cada una de estas tecnologías representa un paso hacia la autosuficiencia y la economía circular. No se trata de volver al pasado, sino de integrar lo mejor de la innovación con el respeto por los ciclos naturales. 

Rompiendo con la idea de éxito y dejar atrás la ciudad

Lo más poderoso de la historia de Andrea y Mailén no son solo sus huertas o sus sistemas ecológicos, sino cómo redefinieron el éxito. Pasaron de medirlo en sueldos y bienes materiales a medirlo en tiempo de calidad, salud, comunidad y coherencia.

Ellas mismas lo dicen: “Antes pensábamos que tener un buen auto, un sueldo alto y tacones era éxito. Hoy sabemos que eso era vivir en una burbuja. El verdadero éxito es ver crecer a tus hijos, compartir la mesa todos los días y dormir tranquilos sin el ruido de la ciudad”.

Un cambio cultural en marcha

Su historia no es aislada. Cada vez más personas se cuestionan el costo de la vida urbana y quieren dejar atrás la ciudad. El movimiento slow life crece en todo el mundo, proponiendo ritmos más humanos y sostenibles. No todos tienen que irse al campo, pero sí pueden integrar en sus casas prácticas como el compostaje, la reutilización de agua o el diseño bioclimático.

Además, hay universidades e ingenieros desarrollando proyectos para escalar estas soluciones: biofiltros aplicados en ciudades, estufas más eficientes, urbanismo que prioriza peatones sobre autos. La transición ya comenzó

Una lección para todos

La historia de Andrea y Mailén nos deja varias enseñanzas:

  • El cambio duele, pero vale la pena: adaptarse al campo significó sacrificios, pero también abrió la puerta a una vida más plena.
  • La basura puede ser un recurso: desde el pelo humano hasta las aguas residuales, todo puede transformarse si se aplica creatividad y tecnología.
  • El éxito es personal: no tiene que parecerse al modelo que nos venden las redes o la sociedad.

La pregunta que queda es inevitable: ¿estás viviendo la vida que querés, o la que te dijeron que debías vivir?

Una invitación al futuro

El mundo atraviesa crisis sociales, económicas y ambientales. Pero también estamos en un momento fértil para reinventarnos. Cada decisión cuenta: desde separar residuos hasta elegir tecnologías limpias en casa.

Andrea y Mailén no tenían un plan maestro. Solo se animaron a escuchar lo que la vida les pedía. Hoy, su proyecto inspira a cientos de familias que buscan una vida más consciente.

La próxima vez que tires agua potable por el inodoro, o que pienses que tus desechos no sirven para nada, recordá esta historia. El ciclo natural siempre devuelve lo que le damos. La clave está en decidir si queremos seguir contaminando o empezar a regenerar.

Greysa Barrios
Greysa Barrios
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