El desastre en Chiloé y Región de los Lagos: marea roja o depredación

El desastre en Chiloé y Región de los Lagos: marea roja o depredación

05/28/2016 0

El desastre en Chiloé y Región de los Lagos:marea roja o depredación del salmón.

Organizaciones lamentan la manipulación del conflicto salmonero que el gobierno coludidamente con sectores empresariales vienen sosteniendo para no asumir medidas de fondo que se requieren en el marco de la zona de catástrofe, considerando la participación de los diversos sectores afectados.

El gran problema comenzó a fines de abril, cuando la Armada dio a conocer que detectaron cinco kilómetros de machas varadas en Chiloé. Una enorme tragedia para quienes gustan comérselas a la parmesana, pero sobre todo para la gente de la zona, que vive de la extracción de estos bivalvos.

Desafortunadamente, el problema fue creciendo y creciendo, hasta llegar al punto en que el Gobierno tuvo que decretar como zona de catástrofe a la Región de Los Lagos, lugar del que Chiloé es una provincia. Y la justificación de la medida fue la inédita intensidad de la marea roja que está afectando fuertemente a muchas familias de la zona.

¿Qué es la marea roja?

Este es un fenómeno natural que no es ni marea ni necesariamente rojo, de hecho, su tonalidad puede ser roja, amarilla, verde, café o incolora. Y en realidad es provocado por la proliferación  de una o varias microalgas, que forman parte del ecosistema y normalmente son beneficiosos para la vida marina, al constituirse como la base de la cadena alimentaria.

Sin embargo, a veces estas proliferaciones ocurren entre algas consideradas dañinas, lo que es conocido con el nombre de Floraciones Algales Nocivas (FAN). Estas puedes ser tóxicas o no, pero de todas formas son malas.

En el caso de las que no son tóxicas, afectan en la disminución del oxígeno en el agua, asfixiando a otras especies. Por su parte, las tóxicas son capaces de generar (valga la redundancia) toxinas marinas, las que son absorbidas por los moluscos filtradores y que después quedan almacenadas en sus tejidos. Con esto, se convierten en mariscos altamente peligrosos para quienes los consuman, pudiendo incluso llegar a provocar la muerte.

La Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante y el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) del estado chileno autorizaron durante marzo del año 2016 la descarga de desechos salmoneros por 9 mil toneladas, hechos que no son considerados como aislados y que estarían relacionados con la mortandad de peces, bivalvos, lobos marinos entre otras múltiples especies marinas en las costas del archipiélago de Chiloé durante abril del 2016 y hasta lo que va en el presente del mes de mayo.

Como se viene señalando, desde febrero pasado, una floración masiva de microalgas nocivas en el mar interior de Chiloé causó la muerte de una cantidad indeterminada de salmones de cultivo y ante esto se ha señalado: “La sobrecarga de nutrientes y materia orgánica en cantidades que superan las capacidades del ambiente para absorber, reciclar o dispersar este ingreso de nutrientes, no solamente implica eventos de afloramiento de microalgas, sino además la aparición de condiciones anaeróbicas en este sistema, condiciones que habrían causado mayores alteraciones y perjuicios a los embates de la marea roja que actualmente afecta la zona y asimismo, una grave contaminación y mortandad directa a diferentes especies causa de los desechos salmoneros”, indicó el Movimiento por la Defensa y Recuperación de las Aguas – Territorios.

Hace algunas semanas se ha iniciado una campaña impulsada por habitantes de Chiloé a través de change la que ha recogido ya 36 mil firmas para que se investigue seriamente y terminar con la impunidad de las salmoneras: “Los habitantes de Chiloé estamos sufriendo una de las mayores catástrofes de nuestra historia. La pesca está absolutamente parada, toda la zona es un desastre, ya que la magnitud hizo que se enfermen toda la fauna de la zona, afectando a todos los habitantes de Chiloé. Las pérdidas económicas y ambientales son incalculables.”, indican, agregando: “Hace años que las empresas arrojan miles de toneladas de desechos con residuos químicos a nuestro mar, sin que nadie haga nada y este problema no es nuevo. Las salmoneras han abusado por años de las franquicias otorgadas por el gobierno. Las ganancias de las salmoneras son millonarias. Las condiciones laborales de quienes trabajan en ellas, especialmente mujeres, son muy malas. Además explotan nuestros recursos naturales sin piedad. ¿Por qué se siguen permitiendo estos abusos?”, se preguntan desde Chiloé.

El Movimiento Defendamos Chiloé ha señalado que si bien es urgente resolver el petitorio de los pescadores, también es prioritario resolver demandas históricas, la contaminación salmonera y la de un plan de desarrollo sostenible y reactivación económica de Chiloé.

El Centro de Estudios Sociales de Chiloé ha señalado: “Hoy Chiloé vive la peor crisis socioambiental de su historia debido a la consolidación de un modelo extractivista que saquea y despoja bienes comunes naturales y sociales. Modelo que se ha materializado, principalmente, a través del incentivo estatal para la expansión privada y transnacional de la industria salmonera, la expansión de monocultivos forestales, la proliferación de mega-parques eólicos sin un ordenamiento territorial energético, la privatización de grandes territorios destinados al turismo de lujo, la imposición centralista de megaproyectos y la actual expansión de concesiones de exploración y explotación minera”

En virtud de una reciente comunicación a la Relatora ONU sobre derechos de los Pueblos Indígenas, Victoria Tauli – Corpuz, el Consejo de Comunidades Williche de Chiloé señaló que se hace indispensable que se establezcan medidas y mecanismos de reparación ante la severa contaminación marítima causada por la industria salmonera que debe ser bajo la participación directa y activa de las comunidades Williche de Chiloé y zonas aledañas en la Región de los Lagos, que consideren las prioridades en materia de desarrollo y medios de subsistencia que señala La Declaración ONU y el Convenio 169 quienes establecen el deber de los Estados de asegurar el derecho de los pueblos indígenas al acceso a sus medios de subsistencia y el derecho a que se les asegure el disfrute de sus propios medios de desarrollo, y a dedicarse libremente a todas sus actividades económicas tradicionales y de otro tipo, indicados en dichas normas.

Sabrina Pin
sabri