El milagro de la energía solar

El milagro de la energía solar

03/06/2017 0

La energía solar, milagro de la economía

Escrito por : Nicolás Brown, asesor experto en energía renovable.

Durante los últimos años (digamos desde 2010), todos los precios en Argentina aumentaron. Como referencia, el dólar rondaba en ese momento los 4 pesos, y hoy alcanza los 16. En general, que las cosas sean más caras hoy no nos sorprende en absoluto; de hecho, nos sorprende más cuando los precios NO aumentan.

Si yo les dijera que hay algo en Argentina, que cuesta ahora LA MITAD que lo que costaba en 2010 (en pesos) seguramente pensarían que estoy loco. O que, de existir, sería una especie de milagro de la economía… ¡Y sólo estarían en lo cierto en una de las dos!

Energía solar en Argentina

En el año 2010 se licitaron 1000 MW de energía renovable y (más allá de los aciertos o errores de la licitación) se adjudicaron sólo 20 MW de energía solar a un precio superior a los 550 dólares por megavatio-hora (lo que, en ese momento, correspondía a 2200 pesos). En 2016, en la licitación RenovAr, se adjudicaron más de 900 MW de potencia fotovoltaica, a un precio apenas superior a los 55 dólares por megavatio-hora (o 880 pesos). Un valor DIEZ VECES menor en dólares, y menos de la mitad del precio, en pesos.

¿A qué se debe esta variación tan enorme? Bueno, como todo “milagro”, no tiene una única respuesta, sino muchas causas que confluyen en hacer que la energía solar sea hoy más competitiva que nunca, y que el cambio haya sido muy abrupto durante los últimos años.

Para empezar, la situación en Argentina es otra, y es otro el compromiso del país frente a las energías renovables en particular. Actualmente hay una nueva ley de energías renovables, regulación más conveniente para los proyectos de generación, mayores garantías de pago y mayor compromiso en cumplir las exenciones impositivas, etc. También es mayor la apertura económica y el acceso a crédito internacional. Este compromiso del país por las renovables se ve también en aspectos simbólicos, como nombrar al año 2017 como «Año de las energías renovables». Todo esto ayuda al mercado, y tira los precios a la baja.

Pero, sobre todo, hay un cambio en la tecnología y en los mercados que hace que la solar sea cada vez más barata en todo el mundo.

Derrotero de las tecnologías

En 2010 todavía se sentía la “burbuja española” en la energía solar; una demanda inflada del mercado Europeo (con España e Italia a la cabeza) que se terminó cuando estos mercados no pudieron incorporar más energía solar. Luego llegó China: grandes fábricas de módulos fotovoltaicos se mudaron al país asiático, y lo hicieron en grande. La instalación de grandes “megafactorías” de módulos fotovoltaicos en China hizo que los precios de los módulos cayeran a la décima parte, mediante la estandarización, la economía de escala y mejores técnicas en la fabricación. De hecho, hace 7 años, cuando se hablaba de los costos de una central solar, se hablaba de “módulos y balance de planta” (o sea, se englobaba a todo lo demás porque representaba una porción pequeña del costo); hoy los módulos cayeron tanto en precio que sólo representan un tercio del costo total de una central solar.

Históricamente, la energía solar se instalaba en sistemas pequeños (casas, edificios, techos de fábricas, etc.), mientras que los grandes parques de generación eran de energía eólica. Esto se debe a una cuestión de precios relativos y de economías de escala: un molino pequeño es relativamente caro respecto de uno gigante (si lo comparamos con la cantidad de energía que genera), mientras que en un parque solar esta diferencia no eran tan grande, porque un parque solar se trata, en definitiva, de miles de módulos, uno al lado del otro.

Ventajas de esta energía

Pero la energía solar tiene otras ventajas: la operación y mantenimiento es más sencilla, los riesgos tecnológicos son menores (porque cambiar algunos módulos en el suelo es más sencillo que cambiar un aerogenerador de 120 metros de altura) y, al poder hacerse en etapas, sus riesgos de proyecto son menores. Además, es más fácil conocer el recurso solar que el eólico (saber cuánto viento hay en un lugar lleva un año de mediciones), transportar módulos es mucho más fácil que transportar palas de aerogeneradores, y los parques fotovoltaicos, al ser más pequeños en extensión que los eólicos, requieren contratos más sencillos para el uso de la tierra. Y, para los amantes del paisaje, una central solar puede ser más inconspicua que una eólica. No es de extrañarse que, cuando bajara un poco el precio de la fotovoltaica, se empezaran a ver cada vez más “grandes proyectos” de energía fotovoltaica.

Y estos grandes proyectos sólo alimentaron la rueda: mientras que una instalación “distribuida” (proyectos pequeños) tiene algunos kilovatios de potencia, en instalaciones “centralizadas” hablamos de hasta 100 MEGA-vatios (mil veces más), con pedidos de módulos mil veces mayores, economías de escala mil veces mayores… y precios menores. Es por esto que, mientras que en 2009 las instalaciones centralizadas eran sólo el 20% de la potencia instalada, este valor superó el 60% en 2015… y se espera que haya aumentado en 2016, y que siga aumentando a medida que ingresen nuevas centrales chinas.

Cambios desde 2010 a 2015

La disminución del precio en la energía solar fotovoltaica es causa y consecuencia de que la potencia total instalada se haya multiplicado por 6 desde 2010 a 2015, y estos números sólo pueden seguir creciendo: más proyectos llevan a la instalación de más fábricas, con más experiencia y más investigación tecnológica, que llevan a menores precios, que llevan a más proyectos. Es un círculo virtuoso que acompaña los esfuerzos mundiales por disminuir el consumo de petróleo y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Este círculo virtuoso -este mercado que despega exponencialmente en todo el mundo- ya se ve reflejado en el mercado de las grandes potencias en Argentina. Pronto (muy pronto) con nueva legislación, apertura al mercado y aparición de proveedores locales, veremos cómo estos precios llegarán para que todos tengamos en nuestras casas energía renovable, limpia, ilimitada.

El milagro de la energía solar llegó a Argentina, y llegó para quedarse.

Alejandra Gonçalves Mendes
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