La Argentina produciría hidrocarburos en exceso
Apenas pasó una semana desde que Alberto Fernández encabezara la cumbre latinoamericana sobre cambio climático para que ahora rápida y contradictoriamente impulsara un proyecto de Ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas.
Si bien el “Diálogo de alto
nivel sobre acción climática en las Américas” apuntó a la necesidad de reducir
a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y alcanzar la
carbono neutralidad hacia 2050 -bajo los lineamientos del Acuerdo de París y de
cara a la COP26 en Glasgow- ahora el presidente argentino quiere darle a la
industria petrolera mayores incentivos y subsidios con el fin de garantizar al sector
seguridad jurídica y económica por 20 años.
20 AÑOS DE SEGURIDAD JURÍDICA Y ECONÓMICA PARA LAS PETROLERAS
Desde el Museo del
Bicentenario y junto a empresarios petroleros y gobernadores, Alberto Fernández
dijo: “El plan tiene una ambición muy grande, que es la ambición de que
Argentina produzca en exceso, exporte los excedentes, ingrese los dólares que
hacen falta en un momento en donde esos dólares a la Argentina le hacen mucha
falta, y para eso hemos decidido como Gobierno dar certeza, para que nadie ande
a ciegas viendo cómo puede cambiar esto en los próximos meses y años. Por eso
es un plan que prevé 20 años de estabilidad en materia fiscal”.
Los cuestionamientos no se
hicieron esperar. “A nivel global los subsidios a los combustibles fósiles representan
el 6,5 % del PIB. El 85 % de esta bolsa de dinero se la llevan el petróleo y el
carbón, y alrededor de las tres cuartas partes de los subsidios mundiales se
deben a factores internos, es decir, de cada país, como lo que estamos viendo
con la próxima ley de promoción de inversiones de hidrocarburos”, indicó Flavia
Broffoni, referente del movimiento Extinction Rebellion, quien se refirió de
forma crítica a la presentación del proyecto que, según indica, apunta a “promover
e incentivar con subsidios del Estado nacional al peor de los sectores industriales
asociados a la crisis climática, que es el de los hidrocarburos”.
“El control de los precios de
la energía es de interés para todos los países. Un precio real de los
combustibles fósiles por ejemplo en 2015 habría reducido las emisiones globales
de carbono en un 28 %, y las muertes por contaminación del aire por
combustibles fósiles en un 46 %”, agregó.
LOS FALSOS COMPROMISOS CLIMÁTICOS DE ARGENTINA
Las Contribuciones Nacionales
Determinadas (NDC) encarnan los esfuerzos de cada país para reducir las
emisiones nacionales y adaptarse a los efectos del cambio climático. En la
actualidad, el compromiso climático argentino está en las 483 millones de
toneladas de CO2. Sin embargo, según Climate Action Tracker, para que Argentina
pueda cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de impedir un aumento de
1.5° C de la temperatura global, tendría que reducir su NDC a 175 millones de
toneladas de CO2. Y para impedir que la temperatura global alcance los 2° C,
considerados como punto de inflexión para impedir que la crisis climática se
salga de control, Argentina debería reducir su NDC a 287 millones de toneladas
de CO2.
“El mismo documento que
Argentina presenta con su ambición climática no hace una evaluación de cómo
cumplir con esa meta. Ese es el gran problema que tienen los NDC como
instrumento vinculante para los países. Se presenta un numero en toneladas de dióxido
de carbono ha reducir, pero no se dice como se va a hacer. Eso es lo que le da
pie al presidente, al ministro de Ambiente, a todos los referentes políticos
que hablan de nuestros compromisos climáticos a decir que estamos comprometidos
con la crisis climática sin nunca jamás decir el cómo estamos comprometidos”, cuestiona
Broffoni y agrega: “No hay ninguna proyección de reducción de emisiones en ningún
sector industrial en nuestro país”.
LOS OBJETIVOS DE LA LEY DE PROMOCIÓN DE INVERSIONES HIDROCARBURÍFERAS
- Dar impulso al sector
promocionando las actividades que directa o indirectamente están relacionadas
con la industria hidrocarburífera, en especial la exploración y producción
mediante técnicas de extracción convencional y no convencional, como el tan
cuestionado fracking.
- Promover el transporte,
compresión, separación, tratamiento, almacenaje y la industrialización de los
hidrocarburos y sus derivados a través de procesos que los utilicen como
materia prima, incluyendo (sin limitación) la petroquímica, la producción de
fertilizantes, la separación, la licuefacción de gas natural y la refinación de
combustibles.
- Establecer un régimen general de promoción de actividades de exploración y producción de petróleo, otro relacionado con la producción de gas natural con diferentes incentivos relacionados con el compromiso de abastecimiento del mercado interno, y la determinación de exportaciones garantizadas en función del incremento de la producción.