Cambio climático: el 60 % del petróleo debe permanecer bajo tierra para 2050
El 60 % del petróleo actual y
el 90 % de las reservas de carbón deben permanecer bajo tierra en 2050 si
queremos tener al menos un 50 % de posibilidades de limitar el calentamiento
global a 1,5°, según un estudio de modelización de especialistas de la University
College de Londres y publicado recientemente en Nature.
“Los combustibles fósiles
continúan dominando el sistema energético mundial y se debe realizar una fuerte
disminución en su uso para mantener el aumento de temperatura por debajo de 1,5
° C”, aseguran los autores. “Para 2050, encontramos que casi el 60 % del
petróleo y el gas metano fósil y el 90 % del carbón deben permanecer sin
extraer para mantenerse dentro de un presupuesto de carbono de 1,5 ° C”.
El estudio, titulado Unextractable fossil fuels in a 1.5 °C world, estuvo a cargo de Dan Welsby, James Price, Steve Pye y Paul Ekins, y fue publicado en Nature el pasado 8 de septiembre.
LA PRODUCCIÓN DE PETRÓLEO DEBE DISMINUIR UN 3 % CADA AÑO
Los combustibles fósiles representan el 81 % del consumo mundial de energía, pero su producción y uso tendrán que disminuir sustancialmente. Muchos proyectos de extracción de combustibles fósiles, tanto en funcionamiento como planificados, no favorecen el cumplimiento de los objetivos climáticos acordados internacionalmente.
Se calcula que la producción
de petróleo y gas, por ejemplo, debe disminuir un 3 % de manera anual hasta
2050 para cumplir la meta del Acuerdo de París, por lo que serán necesarias
políticas de restricción de la producción y de reducción de la demanda para
animar a los productores a replantearse la producción.
En 2015, otro artículo de
Nature ya había estimado que un tercio de las reservas de petróleo, la mitad de
las de gas y más del 80 % de las de carbón deberían quedar sin utilizar en 2050
para tener una buena oportunidad de limitar el calentamiento global a 2° C. Basándose
en este trabajo anterior, Dan Welsby y sus colegas evaluaron qué proporción de
combustibles fósiles deben dejarse en el suelo para tener la posibilidad de
limitar el calentamiento global a 1,5° C.
“Observamos un aumento espectacular del volumen de reservas de petróleo que deben permanecer sin extraer a escala mundial en nuestro documento (58 %) respecto al de 2015 (33 %). Este aumento se debe en gran medida al menor balance de carbono, pero también a los avances cruciales del modelo desde 2015, incluidos los últimos datos sobre el coste y el potencial de despliegue de las energías renovables variables (eólica y solar), así como de los vehículos eléctricos de batería”, explicó Welsby.
HACIA LA DIVERSIFICACIÓN DE LA MATRIZ ENERGÉTICA
Los autores también constatan
que la disminución de la producción de petróleo y gas necesaria a nivel mundial
para 2050 implica que muchas regiones se enfrentan a un pico de producción
ahora o durante la próxima década.
Es el caso de Oriente Medio,
en donde la producción petrolera ha alcanzado su punto máximo en la actualidad
y tendría que disminuir en un 2 % anual hasta 2050. El nivel de reservas no
extraíbles sería de un 62 %. Asimismo, todo el petróleo y el gas no explotados
en el Ártico deben permanecer bajo tierra.
“Nuestro trabajo respalda
firmemente las investigaciones anteriores sobre la importancia de un descenso
controlado de la producción, para garantizar que las economías que dependen de
ello se diversifiquen ahora, dado el nivel de reducciones necesarias de la
demanda mundial de petróleo y gas”, subraya Welsby.
Los autores también sugieren que estos resultados pueden ser una subestimación ya que su modelo no tiene en cuenta las futuras retroalimentaciones del sistema terrestre, dadas las incertidumbres en torno al ritmo de despliegue y la escala de las tecnologías necesarias para contrarrestar las emisiones.