Una de cada 5 personas en el mundo depende de 50.000 especies silvestres amenazadas
El tráfico ilegal de fauna y flora silvestres y la
sobreexplotación de estas especies amenaza el bienestar de miles de millones de
seres humanos y la biodiversidad, de acuerdo a lo revelado hoy en un informe de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
El organismo aconsejó una utilización más sostenible y resaltó los conocimientos de los pueblos indígenas.
«Unas 50.000 especies silvestres satisfacen las
necesidades de miles de millones en todo el mundo», señalaron
especialistas en biodiversidad de la ONU en el nuevo estudio de la Plataforma
Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios
de los Ecosistemas (IPBES).
informe revelador
En el informe de la IPBES se indicó que una de cada cinco
personas depende de las especies silvestres, como animales terrestres, peces,
algas, hongos, plantas o árboles, para conseguir ingresos y alimentos.
«El 70% de los pobres del mundo depende directamente de las especies silvestres», expresó el investigador Jean-Marc Fromentin, quien estuvo a cargo de copresidir la evaluación.
alerta de hace tres años
Hace tres años, el IPBES ya había alertado que un millón de
especies se encontraban en peligro de extinción, siendo uno de los principales
motivos su explotación por los seres humanos.
La sobreexplotación perjudica al 34% de las poblaciones de
peces, pone en riesgo a 1.341 mamíferos salvajes y al 12% de las especies de
árboles silvestres.
propuestas de los científicos
Los investigadores han propuesto disminuir la pesca ilegal, suprimir las subvenciones perjudiciales y apoyar la pesca artesanal, establecer certificaciones para la explotación forestal, diseñar sistemas de gobernanza eficaces y una redistribución equitativa de los beneficios y costes de la vida silvestre, esto pone a la economía ambiental como el eje de una economía para el futuro.
El informe termina afirmando que «se puede hacer un uso
de las especies silvestres que sea sostenible y duradero en el tiempo, para las
generaciones futuras» y marca que es necesario un «cambio
transformador en las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza».