Una fachada en la Ciudad de México que «come» esmog
La Ciudad de México enfrenta un grave problema de contaminación del aire. Nos gustaría que además de demandar cambios en la calidad del aire, se hicieran cambios reales para paliar esta realidad. Es asi que nace esta iniciativa de Elegant Embellishments, grandes esfuerzos arquitectónicos y tecnológicos que buscan mitigar los efectos contaminantes, aunque sea a una escala menor.
Uno de estos ejemplos es la fachada de la Torre de Especialidades Médicas del Hospital General Dr. Manuel Gea González (no «Miguel», como a veces se menciona), ubicada en la zona de Tlalpan. A primera vista, la estructura puede parecer una simple decoración con patrones porosos, similar a un panal o un coral gigante. Sin embargo, su función va mucho más allá de la estética.
Esta fachada, compuesta por módulos tridimensionales llamados Prosolve 370e, fue desarrollada por la firma alemana Elegant Embellishments. La clave de su capacidad descontaminante reside en un recubrimiento de dióxido de titanio (TiO2), un pigmento que, al entrar en contacto con la luz ultravioleta del sol, actúa como un catalizador.
Este proceso, conocido como fotocatálisis, desencadena una reacción química que descompone los óxidos de nitrógeno (NOx) y otros contaminantes del aire, transformándolos en compuestos menos nocivos como dióxido de carbono y agua.
Según los estudios, esta impresionante estructura tiene la capacidad de neutralizar la contaminación generada por el equivalente a unos 1,000 automóviles al día. Si bien esta contribución puede parecer pequeña en el contexto de los altos niveles de polución de la Ciudad de México, representa un avance significativo en la integración de la arquitectura con soluciones ambientales activas. Es un recordatorio de cómo el diseño y la tecnología pueden unirse para crear edificios que no solo se adaptan a su entorno, sino que también trabajan activamente para mejorarlo.
