Epigenética ¿Nos enfermamos por la genética o por el medio ambiente?

Epigenética ¿Nos enfermamos por la genética o por el medio ambiente?

06/10/2013 0

Epigenética ¿Nos enfermamos por la genética o por el medio ambiente?. Se puede pensar que muchas enfermedades son a causa de la genética pero ¿qué tal si a la genética le sumamos la cuestión ambiental?

Contaminar o enfermar nuestro entorno, a la larga nos enferma a nosotros y está ampliamente constatado por estudios de distintas universidades, que las plantas en nuestro entorno ayudan a desarrollar mejor la vida. Pero no sólo es cuestión de estar rodeados de verde, sino la cuestión es que comemos, cada comida que contenga agrotóxicos, cada molécula de metal tóxico que respiramos, o absorbemos por la piel, cada  partícula contaminante que entra en nuestro cuerpo termina a la larga enformándonos, y logrando que con el tiempo cambie nuestra genética. A esto se lo denomina“epigenética”.

La epigenética es el estudio de los mecanismos moleculares mediante los cuales el entorno controla la actividad génica. Se trata de un nuevo campo biológico que está desentrañando los misterios de cómo el entorno (la naturaleza) influye en el comportamiento de las células sin alterar el código genético. Es un campo que está revelando nuevos problemas en la naturaleza.

Todo lo ambiental impacta sobre cada núcleo celular en todo nuestro cuerpo: lo que respiramos por la contaminación del aire, lo que bebemos y comemos (agrotóxicos u hormonas sintéticas), y cada parte de nuestros hábitos, si camino o no, si me enojo, si fumo, si tomo alcohol o me drogo, si leo o escucho cosas negativas. Todo llega al ADN y lo puede modificar.

El estilo de vida que llevo, el entorno que me rodea o elijo y la percepción que obtengo del mismo es el que controla la expresión de mi genética. Esa percepción controla y escribe mi código genético y no hay dos personas que perciban por igual un mismo hecho o cosa.

La doctora María Alejandra Rodríguez Zía (MN 70.787), médica clínica y endocrinóloga, fue más allá y habló del concepto de nutrigenómica y lo definió como una rama de la biología que estudia el impacto que tienen los alimentos (nutrientes a nivel molecular) sobre los genes.

“Hoy sabemos que muchos estímulos generan diferentes cambios moleculares que podrán hacer que un gen se exprese o quede en forma silenciosa. Uno de los principales estímulos son los alimentos en su calidad y cantidad, por ejemplo, si tuviéramos una alimentación en base a maíz solamente, careceríamos de un nutriente denominado triptófano. Esta carencia tiene muchos efectos adversos, uno de ellos es la disminución de las sirtuinas, que son moléculas reguladoras de ADN que previenen la expresión de genes nocivos que todos tenemos, por ejemplo oncogenes”, explicó la especialista, para quien “para tener una alimentación saludable es muy buenoalejarnos de todo lo industrializado, lo que viene en paquete cerrado, y preferir comprar los alimentos frescos y en estado natural”.

Y recomendó consumir “por ejemplo, pescado fresco de la pescadería, carne lo menos industrializada posible, verduras de hoja verde frescas, frutas de huertas orgánicas (sin agrotóxicos)”. Además, deberíamos acostumbrarnos a consumir nueces, almendras, castañas de cajú, pistachos, maní, sin ningún tipo de elaboración. El chocolate, por ejemplo, es saludable pero en el más alto grado de pureza (90% cacao).

Asimismo, de unos años a esta parte, “si se desea comer aves es mejor espaciar su ingesta y elegir pollos de campo, dado que cada vez más la industrialización modificó la carne del pollo con hormonas que la hacen peligrosa”, destacó.

Acerca de cómo los nutrientes influyen sobre los procesos metabólicos y cómo la carga genética y la dieta influyen en la aparición o prevención de enfermedades, Rodríguez Zía explicó que “si se realiza un estudio genético a toda la población, algunas personas tendrán más riesgo de tener enfermedades vasculares, otras diabetes, otras cáncer, otras artritis, etc. La buena noticia es que esta información no es determinante de que se cumpla sí o sí como pensábamos antes. En la actualidad sabemos que la alimentación tiene la capacidad de evitar la manifestación de estos genes o producir su expresión”.

En esto se basa el nuevo concepto que hoy tenemos los médicos: “somos la encarnación del ambiente”, como dice Bruce Lipton, tanto es así que se habla de un sistema que engloba nuestros hábitos como “ambioma”. Al ambioma hoy lo estamos degenerando, por medio de la contaminación ambiental.

Si el medio ambiente puede modificar mis genes, entonces: “soy guardián de mi genoma”, siendo guardián del medio ambiente. Por esto podemos afirmar, que de mí depende que se exprese o no una enfermedad en mi cuerpo y,  también en el de mis hijos, por la enseñanza y las emociones que les trasmito a lo largo de la vida,  aun dentro del embarazo.

Los padres dan la genética, pero el estilo de vida es coautor de esa persona, con sus enfermedades. Debemos entender que el estado del medio ambiente es una decisión tomada por todos.

Alejandra Gonçalves Mendes
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