Inteligencia artificial para los invernáculos Argentinos
La producción de los cultivos intensivos puede ser costosa, por esta razón Garro, un investigador del INTA desarrollo un software y hardware libre que reduce notoriamente su costo. Con un aspecto de robot de star wars (arturito) este desarrollo busca simplificar los trabajos en estos ámbitos
Es un robot, desarrollado en nuestro país, que cuenta con inteligencia artificial para beneficiar económica y productivamente al dueño del inverna culo.
“Se trata de una plataforma multipropósito cuyas acciones dependerán de las funciones que uno le asigne. Así, se puede adaptar a las necesidades y demandas de los territorios donde se la utilice”, explicó el desarrollador del robot, Ricardo Garro, quien aseguró que hoy tiene la capacidad de “hacer mapas 3D, desplazarse, planear sus actividades y fertilizar, pero mañana podrá cortar, podar, etc.”.
Y hablando de sustentabilidad esto generaría una optimización de recursos ya que se usa la cantidad justa de fertilizante y la cantidad justa de agua,ni más ni menos.
Así, el robot puede ir una y otra vez al lugar asignado a realizar distintas funciones y recordar lo que hizo, aunque el investigador adelantó que “la idea es identificar las plantas y determinar con qué tipo de cultivo se trabaja para tomar mejores decisiones a futuro”.
La idea estuvo centrada en el desarrollo de inteligencia artificial que le permite al robot realizar acciones de acuerdo al panorama que se le presente. “Pero lo destacable es que todas las tecnologías que usamos son software libre, o sea, que ese conocimiento se comparte de forma gratuita y se adapta a la realidad de cada desarrollo”, explicó Garro.
A su vez, el robot también cuenta con piezas de hardware libre que están totalmente disponibles para ser utilizadas e implementadas sin pagar ningún costo adicional. Esto permite que la fabricación de los autómatas sea notoriamente menor a los creados en otros países pero que cumplen las mismas funciones. Según destacó, “un robot como el que hicimos acá, en Alemania vale unos 250 mil dólares, mientras que éste puede desarrollarse con un costo muchas veces inferior”.
No obstante, el INTA aún no considera su producción a gran escala ya que esta plataforma sólo tiene cuatro meses y el organismo está en busca de socios estratégicos para mejorar aún más sus funciones.
Durante los últimos meses Garro trabajó en el autómata gracias a una estadía de perfeccionamiento que realizó junto con el grupo de inteligencia artificial de la Universidad alemana de Bremen, un centro de investigación en robótica reconocido a nivel mundial.
“Me trasladé a Alemania con la idea de desarrollar este tipo de plataformas y que tengan algún grado de impacto en el país a través del INTA”, manifestó el investigador que se desempeña en la Estación Experimental Agropecuaria de Anguil, quien destacó que, si bien el fuerte de la institución no se basa en la creación de robots, “el organismo puede trabajar en robótica aplicada al sector agroindustrial”.Garro