Riegan un campo con desperdicios del tambo y obtienen mejores rindes
Riegan un campo con desperdicios del tambo y obtienen mejores rindes. Trabajan arduamente desde hace 4 años en la UNL(Universidad Nacional del Litoral) para encontrar alternativas económicamente viables , para los desechos del tambo. Estos desechos constituyen un foco de contaminación, hasta ahora.
Los suelos se han visto degradados en los campos del centro y norte de Santa Fe donde se instalaron las primeras colonias agropecuarias del país, que erosionaron el suelo con sus prácticas agrícolas no adecuadas.
Experiencias de fertilización de suelos con los efluentes líquidos del tambo produjeron rindes hasta un 30% superiores a los habituales. Investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) dijeron que los residuos mejoraron también la infiltración de agua en los suelos.
“Tuvimos muy buena respuesta en cultivos aplicando grandes dosis de efluente líquido. En tres campañas vimos un 30% de rendimiento. Por otra parte, a nivel de suelo sabemos que con la materia orgánica se activa la flora microbiana, un factor clave para lograr una buena porosidad del suelo y que infiltre mejor el agua”, indicó Silvia Imhoff, titular de la cátedra de Diagnóstico y Tecnología de Tierras de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA).
De este modo, se da un nuevo uso a los 6.000 litros de efluentes diarios que produce en promedio un tambo de 100 vacas y que constituyen un gran problema para los productores, ya que son focos infecciosos que generalmente se ubican cerca de las casas.
El INTA Rafaela, por ejemplo, estudia desde hace mucho tiempo un sistema de separación de líquidos y sólidos del tambo para depurarlos. Esto sería lo ideal, pero es muy caro, por lo cual los productores no lo implementan. Lo que hacen hoy es tirar directamente el efluente en el campo y no hay información sobre los efectos”, sostuvo.
Imhoff afirma que para conocer el impacto de los desechos en los suelos, trabajan desde hace tres campañas en la propiedad de un productor: “Es un caso real, con un tambo de 350 vacas en ordeño (500 en total). Son 12 parcelas fijas (tres dosis más las parcelas testigo), que nos sirven para hacer el seguimiento de producción de lo que el dueño siembra en una rotación típica en la zona.
“Aplicamos los efluentes antes de la siembra de los cultivos, aunque sabemos que hay productores que los rocían en los alfalfares con lo que los mismos animales comen. Sin embargo, esos desechos contienen patógenos capaces de dispersar enfermedades, un gran impacto que la gente no dimensiona y que debe ser estudiado”, culminó, Silvia Imhoff.
Recuperar algo que antes contaminaba es una iniciativa que vale la pena difundir. Sigan trabajando por un espacio más saludable para todos.
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