Ultimátum: «La ventana para asegurar un futuro habitable se cierra»
El cambio climático es “una amenaza para el bienestar humano
y la salud del planeta” y la “ventana de oportunidad” que la humanidad tiene
para asegurarse “un futuro habitable y sostenible para todos” se “cierra
rápidamente”, avisó el Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático
(IPCC).
Perder la oportunidad será responsabilidad de esta
generación, pero las consecuencias no solo las verán nuestros ojos ya que “las
acciones implementadas en esta década tendrán impactos ahora y durante miles de
años”.
El informe de resumen presentado cuenta con 37 páginas y ha sido acordado en la ciudad suiza de Interlaken entre los científicos del IPCC y los representantes de las casi 200 naciones que participan en las negociaciones sobre cambio climático que se desarrollan en el seno de la ONU desde hace más de tres décadas.
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EL FUTURO NO ESTÁ ESCRITO
Pero el futuro no está escrito por completo y todavía está
en manos del ser humano determinar cómo de graves serán los impactos próximos
de esta emergencia.
“Las reducciones profundas, rápidas y sostenidas de las
emisiones de gases de efecto invernadero conducirían a una desaceleración
perceptible del calentamiento global en unas dos décadas”, añaden dotando de
algo de optimismo a esta sombría radiografía.
Tras la revisión que concluye ahora del IPCC, la ruta está clara: para conseguir el cada vez más complicado objetivo de que el calentamiento se quede a finales de siglo por debajo de los 1,5 grados, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero deberán haber caído en 2030 un 43% respecto a los niveles de 2019 (que son prácticamente los actuales), un 60% en 2035 y un 84% en 2050.
“Sin acciones de mitigación y adaptación urgentes, efectivas
y equitativas, el cambio climático amenaza cada vez más los ecosistemas, la
biodiversidad y los medios de vida, la salud y el bienestar de las generaciones
actuales y futuras”, expone el informe.
El IPCC detalla que, en estos momentos, “aproximadamente el
79% de las emisiones globales” proceden de la industria, el transporte y la
edificación o, dicho de otra forma, de los combustibles fósiles —el petróleo,
el gas y el carbón—.
La desigualdad respecto a los responsables del problema
también es elocuente: “Las personas con un nivel socioeconómico alto
contribuyen de manera desproporcionada a las emisiones y tienen el mayor potencial
de reducción de emisiones”.
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MENSAJE CON CIERTA ESPERANZA
El informe de síntesis del IPCC también lanza un mensaje con
cierta esperanza al resaltar que “ya se encuentran disponibles opciones
factibles, efectivas y de bajo costo” para disminuir los gases que expulsa la
economía mundial. “Hay muchas opciones disponibles para reducir el consumo
intensivo en emisiones mientras se mejora el bienestar social”, insiste el
estudio.
Por ejemplo, una de las más repetidas por el IPCC es el uso de energías renovables para sustituir a los combustibles fósiles. “Entre 2010 y 2019, se han producido disminuciones sostenidas en los costos unitarios de la energía solar (85%), la energía eólica (55%) y las baterías de iones de litio (85%)”, se pone como ejemplo.
ALGUNAS PROPUESTAS DE LA ONU
El secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres,
ha aprovechado la publicación del informe para lanzar una propuesta, con
medidas concretas, para mantener vivo el objetivo de los 1,5 grados. Estas son
algunas de las acciones:
* No autorizar nuevas plantas de carbón y la eliminación
gradual de las existentes para 2030 en las naciones de la OCDE, y para 2040 en
todos los demás países. Además, poner fin a toda la financiación internacional
pública y privada del carbón.
* Garantizar la generación de electricidad de cero emisiones netas para 2035 para todos los países desarrollados y 2040 para el resto del mundo.
* Cesar toda concesión de licencias o financiación de nuevos
productos de petróleo y gas. Y detener cualquier expansión de las reservas
existentes de petróleo y gas. También se debe establecer una reducción gradual
global de la producción actual de petróleo y gas.
* Cambiar los subsidios de los combustibles fósiles por una
transición energética justa.
* Los ejecutivos de todas las compañías de petróleo y gas deberían presentar planes de transición creíbles, amplios y detallados que incluyan y desglosen claramente los recortes de emisiones reales para 2025 y 2030, y los esfuerzos para cambiar los modelos de negocio para eliminar gradualmente los combustibles fósiles y ampliar la energía renovable.
* Acelerar los esfuerzos para brindar justicia climática y promover reformas para garantizar que los bancos multilaterales de desarrollo otorguen más donaciones y préstamos para la lucha climática y movilicen plenamente la financiación privada. Además, se debe implementar el nuevo fondo de pérdidas y daños este año y restablecer el Fondo Verde para el Clima este año.