Una fábrica de carbón ecológico con desechos orgánicos de arroz
Oriunda de Corrientes,
lleva cinco años produciendo carbón a base de cascarillas tostadas. Un proyecto
gemelo surgió en Chile a base de desechos de palma.
Por Roberto Andrés para
Sustentartv
Hace cinco años nació BrasUP, una
innovadora propuesta que aprovecha el descarte del proceso de industrialización
del arroz para conseguir un carbón ecológico, sin necesidad de utilizar madera.
El proceso de elaboración
comienza con el tostado de la cascarilla a altas temperaturas. Se la tritura,
se la mezcla con un aglutinante natural y agua, luego pasa por una extrusora
para darle forma y, por último, pasa por un proceso de secado para terminar con
un producto único.
Facundo Cabrera es el
innovador correntino responsable de BrasUp, quien después de varios años de
investigación, pruebas y viajes, encontró en la cascarilla del arroz el
elemento clave para su idea.
“Para esto tuvimos que
desarrollar todo desde cero porque en Argentina no existía ningún carbón
ecológico. Ese fue nuestro principal desafío, y como Corrientes es la capital
del arroz, sin dudas teníamos la materia prima para desarrollarlo”, señaló
Cabrera en diálogo con Infocampo.

El producto se comercializa en
carnicerías premium y comercios minoristas de Buenos Aires, Rosario, Corrientes
y Posadas. Durante el verano también estará en la Costa Atlántica, y el plan de
expansión para 2021 incluye a las grandes cadenas de supermercados del país. El
costo sugerido del paquete de 4 kg es de $200.
Un proyecto gemelo surgió también
en Chile, bautizado como Dark Fire, pero en lugar de desechos de arroz, sus briquetas
están fabricadas en base a desechos de palma, específicamente a partir de
fibras de cascara de coco de alta densidad.
“Según el estudio realizado
por el Centro de Estudios de Medición y Certificación de Calidad (CESMEC)
contamina un 70 % menos que el carbón vegetal corriente generando menos
emisiones de material particulado y CO2”, señalaron en diálogo con el trasandino
Mostrador.
Advierten que para la
fabricación de carbón común se deben talar cinco toneladas de madera para
producir solamente una de carbón. “La fabricación indiscriminada del carbón
vegetal ha llevado a poner en peligro la extinción de algunas especies de arbóreas
como el Quebracho, especie mayoritariamente utilizada para la fabricación del
carbón que se consume en Chile”.
En Argentina, las provincias
de Chaco y Santiago del Estero son las principales productoras de carbón
vegetal, siendo en esta última el principal producto forestal con una
producción de alrededor de 100.000 Tn anuales.
Sin embargo, en 2016 un
estudio alertó sobre las inciertas perspectivas de conservación de especies de
Quebracho, debido a la descontrolada actividad extractiva en la región del Gran
Chaco Americano.
Según la investigadora del
Conicet Claudia Luna, docente de la Universidad Nacional del Nordeste y
responsable del estudio, en el Gran Chaco los bosques son esenciales para
mantener la fertilidad de los suelos y regular la dinámica de los ríos y humedales
que proveen de agua a su población.
“Lamentablemente, en esta
región nunca hubo manejo de recursos, por ello es importante revalorarlos, ya
que la extinción de la mayoría de los componentes de la familia Anacardiáceas
es alarmante y la supervivencia, sobre todo del género Schinopsis sp., se
pronostica sólo para sesenta años más”, señaló.
Los tipos de Quebracho que se
encuentra actualmente en la Lista Roja de la Unión Internacional de
Conservación para la Naturaleza son el quebracho blanco lagunero (Aspidosperma
triternatum), el quebracho colorado chaqueño (Schinopsis balansae), el
quebracho colorado santiagueño (Schinopsis lorentzii) y el quebracho blanco (Schinopsis
marginata).