Biocombustible de naranjas, los residuos ganan terreno.
Los biocombustibles cada día tienen mayor importancia a la hora de crear nuevas tecnologías para poder aprovechar lo que antes se consideraba como residuo y así generar energía limpia. Un ejemplo de esto es la utilización de girasol, soja como combustible alternativo y en estos últimos años están investigando en fuentes un tanto inusual: desechos de frutas como naranjas o plátanos.
Un ejemplo de esto es en España, en donde los desechos de naranjas (la pulpa y la corteza de naranja) son utilizados para crear bioetanol para el uso en los automóviles donde puede reducir un 90% las emisiones de CO2.
El bioetanol es un alcohol producido a partir de la fermentación de los azúcares que se encuentran en los vegetales. Se trata de un combustible con alto poder energético. El método consiste en triturar la cáscara de las frutas y se pone todo en un campo de microondas. Este activa la celulosa y provoca la liberación de varios elementos químicos. Uno de estos productos químicos, el d-limoneno, se puede utilizar directamente en la fabricación de perfumes y otros productos químicos.
Los productos químicos derivados de la cáscara de naranja podrían ser utilizados para la fabricación de muchos de los materiales que actualmente dependen del petróleo. La tecnología de microondas podría procesar cualquier cosa que contenga celulosa y funcionaría especialmente bien con papel y cartón.
Por otro lado, En la Universidad de Japon crearon un biocombustible también a partir de naranjas en donde podría ser utilizado para tractores y segadoras agrícolas con motor de gasolina.
El método de producción consistió en mezclar naranjas no aptas para su consumo (pasadas o dañadas) y los desechos que quedan tras producir zumo en un tanque y justo con una bacteria (clostridium cellulovorans) que es obtenida a partir de virutas de madera. Luego esta bacteria descompone las fibras de celulosa y produce un azúcar que al fermentar junto a otro microorganismo añadido produce el biocombustible de naranja en unos 10 días. Logrando extraer unos 20 mililitros de biocombustible de unos 3 kilos de naranjas descartadas y desechos de naranja. Este combustible resultó ser menos corrosiva que el bioetanol, normalmente producido con maíz.