Estudiar el suelo y la biodiversidad de la Patagonia
Estudiar el suelo y la biodiversidad de la Patagonia Sur para lograr un adecuado uso de los recursos y evitar la degradación del medioambiente es la propuesta que esta investigando científicos del INTA, la Universidad Nacional de la Patagonia Austral y el CONICET.
Para promover el manejo sustentable del suelo patagónico, la Universidad Nacional de La Patagonia Austral, el INTA y el Centro Austral de Investigaciones Científicas crearon en 2006 la “Red Parcelas de Ecología y Biodiversidad de ambientes naturales en Patagonia Austral”. Esta iniciativa permitió el relevamiento de más de mil parcelas donde se mide la biodiversidad de flora y fauna y las condiciones climáticas de cada sitio.
Los ecosistemas a lo largo de las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego son diversos. Los pastizales de la estepa, los bosques, los humedales (denominados mallines) y las turberas muestran una gran variedad de especies animales y vegetales. Estas frías extensiones comenzaron a ser pobladas hace aproximadamente 10 mil años, cuando los pueblos indígenas convivían en forma armónica con el ambiente. Sin embargo, en los últimos 100 años, el uso intensivo de los recursos ha generado la degradación de miles de hectáreas y la pérdida de suelo para la producción.
El trabajo en las parcelas va a asesorar a los organismos públicos, tanto del gobierno nacional como del provincial, para la toma de decisiones con respecto a esos sitios. En Santa Cruz se establecieron 234 parcelas permanentes y 355 semipermanentes en diferentes ecosistemas. En tanto, en Tierra del Fuego, se han establecido hasta la actualidad 761 parcelas, 136 para estudios sobre ecología de bosques y manejo forestal, y 625 para estudios de biodiversidad.
En las parcelas seleccionadas se realiza distintos tipos de mediciones: biodiversidad de plantas y plántulas, características físicas y químicas del suelo, grado de erosión, mediciones climáticas, biodiversidad de insecto y aves y descomposición de plantas y nutrientes.
Como las economías regionales de la Patagonia sur están basadas, fundamentalmente, en la producción de ganado ovino, lana y madera; el suelo de las parcelas estudiadas están distribuidas en un amplio gradiente longitudinal y latitudinal, lo cual representa diferentes condiciones ambientales y climáticas. Pueden observarse en bosques históricamente utilizados para la producción maderera y en bosques “no aprovechados”, y, también, en sitios en donde prima la actividad ganadera: pastizales, humedales y arbustales.
La actividad humana es la base de una producción sustentable. Entonces, la generación de productos debe garantizar que las generaciones venideras tengan las posibilidades de aprovechar y proveer lo mismo.